top of page

XXV Congreso Pedagógico 2020

EDUCACIÓN PÚBLICA, REINVENTAR PEDAGOGIAS
COMUNIDADES, MEMORIAS Y SOLIDARIDADES EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Ponente: Gabriela Ulloa [1]

Título: Noviembre 2020. El WhatsApp tiene clases

Palabras clave: Educación secundaria. Educación pública. Brecha digital. Democratización de la educación. Soberanía pedagógica. Acompañamiento pedagógico. Vínculo pedagógico. Participación. Asamblea pedagógica. Grupalidad. Construcción colectiva.

No tenemos clases, profe,

 lo único que hacemos es

entregar Trabajos Prácticos.

 

Este trabajo es el relato de una búsqueda sobre cómo dar clases en tiempos de pandemia y qué clases dar. Es el relato de cómo reinventamos la pedagogía sin ir a la escuela. Ya que la brecha digital visibilizó la desigualdad educativa de manera feroz, ¿qué rol deberían ocupar la escuela y les docentes en este momento?

 

Introducción

 

Durante las primeras semanas de aislamiento le pregunté a una estudiante cómo le estaba yendo en las clases…, me contestó: “No tenemos clases, profe, lo único que hacemos es entregar Trabajos Prácticos”. Me dejó pensando… Eso de mandar Trabajos Prácticos de la materia por mail tal vez había que pensarlo un poco mejor…¿Qué es una clase? ¿Una explicación? ¿Encontrarse con les amigues? ¿Qué tiene que suceder para que haya una clase? ¿En las clases se aprende? ¿Qué se aprende en las clases? Qué de todo lo que sucede en una clase se puede llevar al formato virtual. ¿Se pueden hacer asambleas pedagógicas? ¿Se puede llevar el trabajo con la grupalidad? ¿Cómo traducir lo importante de una clase en una propuesta a distancia?

 

Contexto del relato

 

De acuerdo con el eje del trabajo que es el de relatar una práctica de enseñanza en contexto de pandemia, este escrito relata la búsqueda de cómo es dar clases en tiempos de pandemia y qué clases dar.

Cuando se declaró el aislamiento en el país y la suspensión de clases presenciales, en las escuelas donde trabajo me dijeron que arme Trabajos Prácticos y que consiga los mails de los estudiantes/familias y se los envíe.

Trabajo en una escuela Secundaria Pública de la Ciudad de Buenos Aires muy reconocida por su organización comunitaria y social, “El Acosta”. En el año 2001 se cayeron los techos y gracias a la gestión comunitaria de su Rectora, Raquel Papalardo, se logró poner en valor la escuela y llegar a ser sede de la “Noche de los museos”. Su política de gestión comunitaria de “Puertas abiertas” y su trabajo en red con otras instituciones del barrio hicieron una tradición de participación social y política de nuestra escuela. Sus estudiantes son jóvenes adolescentes y también son participativos, deportistas, críticos, militantes. Su Centro de Estudiantes es muy grande y es vanguardia en muchas de luchas de los movimientos secundarios.

Primer momento: Inventamos o erramos

En ese momento me encontré con el primer obstáculo. Cómo diseñar una propuesta sin conocer al grupo y qué actividades mandarles teniendo en cuenta que no mediaría el diálogo “para llegar a la consigna”, ni habría momento de discusión y construcción grupal sobre la materia.

No pude resolver la forma de hacerlo, y apurada por los tiempos “institucionales”, burocráticos, decidí enviar un Trabajo Práctico clásico por mail, de lectura y escritura. Leer tres páginas de un texto introductorio a la Filosofía y responder cinco preguntas.

La situación era de mucha incertidumbre, la preocupación por mis viejos y mis hijes, la sorpresa por el fenómeno social, sumado a mis relativos conocimientos sobre educación a distancia me tenían paralizada. Pero aunque no sabía “cómo” me daba cuenta de que mandar trabajos prácticos por mail no cumplía con las expectativas que yo tenía sobre acompañamiento pedagógico.

Segundo momento: Soberanía pedagógica vs. Escuela burocrática

Conversando con algunos colegas y escuchando a mi hija me di cuenta de que me faltaba demasiada información. ¿Quiénes eran esos estudiantes? ¿Cómo estaban atravesando esta situación? ¿Cómo se llevaban como grupo? ¿Tenían medios tecnológicos para poder trabajar desde la casa? Es así como confeccioné el segundo Trabajo Práctico:

Hola chiques, para este trabajo van a necesitar hacer grupos. Es decir, tendrán que dividirse en grupos de 4 ó 5 personas (puede ser de tres y también de 6); lo importante es que se sientan cómodes para charlar, discutir, acordar y responder sobre:

 

1. ¿Qué piensan de las medidas políticas y sociales que se están tomando para superar el coronovirus?

2. ¿Cómo se sienten con el tema del aislamiento social?

3. ¿Qué cosas nuevas aprendieron?

4.  ¿Qué cosas cambiaron en su vida y en su casa?

5.  ¿Qué gestos de solidaridad están teniendo?

6.  ¿Cómo se están organizando con las tareas de la escuela? ¿Qué lugar les dan?

7. ¿Qué preocupaciones tienen?

 

Esta propuesta me permitía conocer a les estudiantes y por otro lado sacarlos (¿sacarnos?) del trabajo individual.

En la devolución de los trabajos grupales me encontré con esta información:

- En general los grupos están de acuerdo con las medidas tomadas, dicen que fueron “a tiempo”. les estudiantes las cumplen y son críticos para quienes no las cumplen.

- En relación con los aprendizajes, hablan de la comida que aprendieron a cocinar, de la higiene (de la preocupación por el lavado de manos y la mercadería que compran), de la tecnología (aprendieron a trabajar con la compu, a hacer tramites), de las actitudes de convivencia (mejoraron la comunicación con sus familias, para estar con sus hermanes y también los “problemas que tienen por estar en la casa que antes no se daban cuenta porque no estaban nunca”).

- En relación con la escuela, en general hay dificultades para hacer los trabajos a distancia “sin tener clases”, mencionan estar aburrides y algo estresades con tantos trabajos. Algunes no se logran organizar y otros se sacan todas las tareas lo antes posible.

- Entre las preocupaciones, están la salud de los familiares y el trabajo de les xadres. Muches manifiestan tener ganas de conseguir algún trabajo para poder ayudar en la casa y eso los preocupa. En relación con la escuela, tienen la preocupación de repetir o perder el año.

La devolución que obtuve fue interesante y algo me llamó la atención…Todes les chiques del curso entregaron ese trabajo… ¿Fue por interés? ¿Porque era en grupo? ¿Porque no era difícil? ¿Por una mezcla de todo? Lo importante es que había obtenido con esa decisión pedagógica varios datos: quiénes eran, comprobé que podían conformar grupos grandes, obtuve información sobre cómo se estaban organizando con la escuela y cuáles eran las principales dificultades. Y algo importante: ese era un curso que tenía la capacidad de incluir a todes sus integrantes en pequeños grupos.

Tercer momento: Es con Todes. Experiencia con el Zoom

Después de algunas discusiones, cartas de padres y recaudos, la escuela aprobó el uso de Zoom para dar clases. Les invité en el horario de la materia e hicimos varios encuentros, La dinámica era de charla y de consultas sobre los trabajos prácticos. Pero a lo largo del mes de mayo me di cuenta de que esta modalidad presentaba una gran dificultad: no estaban todes y no alcanzaban a recuperar lo que había pasado en los encuentros.

Me di cuenta de que sin quererlo había armado una propuesta de clases que era solo para algunes; estaba aumentando la desigualdad. Había un grupo que participaba de las clases y respondía a las preguntas, pero otro grupo no se conectaba. No podía continuar trabajando de esa manera, aunque con el grupo que tenía conexión hubiera encontrado una dinámica de trabajo interesante.

Como plantea Angélica Graciano, “La Ciudad Buenos Aires es un territorio con mucha desigualdad y hay sectores de la población que tienen computadora y conexión, ahí no hay problema y hay sectores que no, donde no llegan las computadoras del gobierno de la Ciudad tampoco, porque el plan Sarmiento se discontinuó”. En este sentido, además de decirlo, porque existe un blindaje mediático sobre ese tema, pensar una propuesta de educación a distancia solo se transformaría en mayor desigualdad producto de la enorme brecha digital existente.

 

Cuarto momento: “–Vamos a tener clase por whatsapp. –De una, profe”

La semana siguiente armé un grupo de whatsapp y les mande la invitación a la clase. “El viernes a las 13 vamos a tener clase por acá”, les dije. “De una, profe”, me contestaron.

Ese día a las 13 en punto me saque una selfie saludando y comenzó el torbellino de hola, holis, manitos, caritas, infinitos emojis y gifs. Les conté que la idea era trabajar sobre la Ley 1.420 y el contexto histórico y social de la época. Hasta las 14.30 hs.

Les compartí foto de la Ley y de un fragmento de  Beatriz Sarlo… y les dije: “la idea es que armen grupos”. “Nos tomamos unos 5 minutos para eso, cuando los tengan por favor pongan los nombres acá”. Salió muy bien, les chiques armaron los grupos y trabajaron con una consigna cada grupo. A las 14hs arrancamos la puesta en común por grupo. El debate se extendió un poco, diez minutos después del horario acordado, les dije que íbamos a continuar el viernes siguiente.

Durante la semana insistí en la invitación. Viernes 13 clase de Educación y Sociedad. Terminamos con la guía de trabajo y nos pusimos de acuerdo con los trabajos que faltaban. En ese espacio completamos los TP y las intervenciones en el blog. Fue una clase en donde hubo mucho intercambio entre elles, me gustó que se decían que se extrañaban, contaban anécdotas (y se peleaban), tenía algo de clase.

Quinto momento: Cuando la no información genera daño. Las dificultades

Con el correr del tiempo y los días de aislamiento sostener la tarea comenzaba a ser más difícil, la incertidumbre sobre el año y la escuela era grande. Durante el mes de junio hubo estudiantes, profes y familiares enfermos. Aumentaban las familias sin ingresos y las familias que iban a buscar los “bolsones” a la escuela cada vez eran más.

Una tarde en la tele… titular: “Nadie repite el año”, siguieron videos de TIK TOK, invadieron las redes, la escuela y nuestro ánimo. Los docentes nos enojamos y   tardamos varios días en recibir la Resolución, hablar entre nosotres y organizar reuniones de tutoría para explicar esa noticia. Explicamos: “Chiques, ojo con esa noticia, quiere decir que pasas de año pero la tenés previa, ¿entienden? Van a cursar el año que viene las trece materias de cuarto, junto con las que no hayan terminado este año”. “¡¡No dejen de entregar los trabajos!!” Lamentablemente, era tarde, la política de informar a los medios antes que a las escuelas genera un daño terrible a nuestras comunidades y dificultan nuestro trabajo.

 

Al volver de las vacaciones de invierno los rumores en relación con la vuelta a la presencialidad invadían las escuelas de miedos y nos desconcentraban de lo importante: acompañar (acompañarnos) en momentos difíciles.

Lectura de Resoluciones, Reuniones de Consejo, de referentes, de área, Asambleas en la escuela, en el sindicato para poder pensar y organizarnos entre nosotres. Cómo cuidar la salud de los nuestros y de todes los que formamos parte de la escuela, ¿Cómo proteger a la escuela pública de las campañas del Jefe de Gobierno? ¿Cómo protegernos de los intereses económicos de la Ciudad? ¿Cómo llenar de sentido la tarea educativa cuando la Ministra de Educación habla como habla de nosotres, los trabajadores de la educación?

Sexto momento: Apostando. La Salida es colectiva

La salida es colectiva quiere decir que es con otres. No quiere decir que con eso se soluciona todo, tampoco quiere decir que se resuelvan todos los problemas. Solo es un camino, una forma de resolver las dificultades. Esta pequeña aclaración tiene que ver con las decisiones pedagógicas elegidas. Les cuento: en el contexto mencionado, en el mes de setiembre de 2020, solo el 25 % de los grupos participaba de las clases por whatsapp y solo ese porcentaje se comunicaba conmigo. Era entendible, mucho tiempo de aislamiento (para les jóvenes fue más que para les adultes) y el “trabajo sobre la pérdida de sentido de hacer los trabajos” (nadie repite) también estaba haciendo lo suyo.

Había que hacer un nuevo contrato pedagógico, con que todes tuvieran la posibilidad de participar no alcanzaba. Se necesitaba un nuevo encuadre… Pensando en esa dificultad se me ocurrió distribuir al grupo en cuatro grupos, en cuatro colores. La distribución era arbitraria, la distribución no la armé por cercanía ni por amistad, solo por color.

El nuevo contrato pedagógico apostaba a la grupalidad, al desarrollo de la grupalidad. Así fue como empecé a trabajar por videollamada, por color, al iniciar la clase les daba la consigna y luego los llamaba por color para charlar sobre el tema.

Con este nuevo encuadre conseguí tres cosas: Comunicarme más con les estudiantes, que participen más estudiantes por “tener que atender la llamada” y que se generen compromisos grupales. Ya no era elección individual la de participar sino que había una necesidad grupal que hacía que los estudiantes tuvieran que aportar grupalmente y que se generara un compromiso hacia adentro de los grupos.

Los resultados fueron distintos, desde amigues nuevos hasta tener que intervenir para que se dejaran de pelear. Desarrollar la grupalidad no es “lo mejor que hay”, es la apuesta a una forma de construcción, de pensar con otres, una apuesta a la educación.

Cuando se trabaja en grupo, se aprende a escuchar, a buscar puntos de acuerdo, a entender a otros, a argumentar, a organizar una entrega, a poner sobre la mesa distintas perspectivas sobre algo.

 

Es decir, cuando un docente elige trabajar de esta forma elige poner estas ideas en valor por sobre otras. Tal vez haya quien no trabaje, también quien buchonee a su compeñere, quien trate de sacar ventaja, quien se abuse del trabajo de otres. También puede suceder que el grupo se entere de que una compañera no está bien y busque ayuda, puede pasar que dos personas (que están desde primer año en la misma división) tengan la posibilidad de conocerse, puede pasar que construyan una mirada mucho más amplia sobre la figura de Sarmiento que la que hubieran tenido viedo un video solos. Apuestas…

Pensando sobre esta experiencia…

 

Entonces… ¿se puede dar clases por whatsapp? La verdad no lo sé, pero esta estrategia me permitió “cumplir” con algunas de las ideas para una clase:

 

  • que puedan participar todes, aunque decidan no hacerlo, pero que esté la posibilidad,

  • que haya un tiempo y un espacio compartido de trabajo, un encuadre,

  • que haya diálogo, intercambio, debate,

  • que se pueda trabajar con otres,

  • que se pueda introducir un tema, se desarrolle y que se le dé alguna conclusión.

Sentí que había encontrado una estrategia que podía servir, incluso quienes no podían participar en ese momento podían recuperar lo trabajado en otro momento. Como los intercambios quedan en el teléfono (incluso permiten pasar asistencia), también está la posibilidad de escribir un mensaje a un estudiante que no se está conectando y llamarlo de una manera bastante simple y orientarlo para que ingrese al grupo.

Dar clases por whatsapp es una propuesta para quienes pensamos que el rol posible de la escuela es el de acompañamiento pedagógico, sostener el vínculo con les estudiantes. Quienes no nos dejamos obnubilar por luces de colores o globos porque sabemos qué consecuencias traen. Estas estrategias van en oposición a las ideas neoliberales en educación que proponen dar los contenidos a través de plataformas digitales y evaluar el rendimiento de los estudiantes para no “perder clases”. En el marco de esta pandemia hay quienes están haciendo grandes negocios con las plataformas digitales y venden espejitos de colores sobre sus productos, intentando hacer negocio con la escuela pública.

 

Necesitamos valorar las propuestas pedagógicas hechas en la escuela para generar prácticas no hegemónicas, para no alienarse, para resistir al neoliberalismo y también para presentar una alternativa.

 

Creo necesario denunciar esas políticas en este momento y tomar posición alrededor de cómo hacer de la escuela un espacio de igualdad de oportunidades y un lugar con el que se puede contar en este momento de crisis social, económica y sanitaria.

 

¡Viva la escuela pública! ¡Viva les trabajadores de la educación!

 

Referencias bibliográficas

 

- Duhalde, Miguel y Graciano, Angélica, 4° encuentro de Formación Sindical para delegadxs: "EL TRABAJO DOCENTE EN CUARENTENA".

- Graciano, A. (2020). “En esta pandemia, la escuela es la gran organizadora social”.

https://latfem.org/en-esta-pandemia-la-escuela-es-la-gran-organizadora-social/

- Ley 1.420, de Educación común, gratuita y obligatoria. Promulgada en 1884. Argentina.

- Ley 26.206/2006, de Educación Nacional. Argentina.

- Papalardo, Raquel; Houlston, María Isabel. “El patrimonio público como oportunidad de conciencia pedagógica y la necesidad de la memoria institucional. Experiencias del Mariano Acosta y reflexiones entre las políticas públicas educativas, los actores de la sociedad civil desde la escuela y la defensa del patrimonio escolar”, en XXIV Congreso Pedagógico UTE 2019.

- Ruiz, C. (2020). “Reflexiones pedagógicas en tiempos de pandemia”. Recuperado en: https://ute.org.ar/reflexiones-pedagogicas-en-tiempos-de-pandemia/

[1] Profesora de Escuelas Medias Públicas. Licenciada en Ciencias de la Educación y Profesora de Escuelas Medias por la Universidad de Buenos Aires. Trabajé en Escuelas de Adultos y en Bachilleratos populares. Me especialicé en Educación permanente de Jóvenes y Adultos.

bottom of page