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XXIII Congreso Pedagógico 2018
EDUCACIÓN, DEMOCRACIA Y RESISTENCIA
LUCHAS Y SOBERANÍAS PEDAGÓGICAS
Ponente: Mariano González
Título: Barrios modulares. Construyendo identidades.
Palabras clave: curricular, plástica, primaria, identidad, barrios, patrimonio cultural, bienes culturales, Interdisciplinariedad
Introducción
De casa a la escuela y de la escuela a casa
Hace un tiempo me mudé. Cambié de domicilio, de barrio y de camino para ir a la escuela. Dejé atrás un caótico e hipercomercial barrio de Flores (avenida Avellaneda y Nazca, “la Nueva Once”), y arribé a un tranquilo Parque Avellaneda al sur, casi casi teñido de un verdinegro Mataderos. Un lugar de casas bajas y calles anchas, donde aún perduran el saludo cercano de vecindad, el hábito de sacar la silla a la vereda y sentarse a tomar el fresco de la tarde o las macetas colgando de balcones y ventanas.
En ese viaje cotidiano y casi autómata de ir de casa a la escuela y de la escuela a casa, me pregunté ¿qué cosas determinan que esos lugares que habitamos diariamente –la casa, la escuela, el barrio–, que compartimos con otres y de los que somos parte, sean reconocidos por nosotres como propios?, ¿qué conjunto de elementos, escogen y distinguen les niñes como parte identitaria de esos lugares?, ¿y qué diferencias encuentran, encontramos, a lo largo del camino…?
No tan distintos
Mi viaje y el de les niñes es a la Escuela Pública N° 24 del D. E. 11, “Dr. Pedro Avelino Torres”; y les niñes son les alumnes de 2°grado A, B y C.
La Escuela N° 24 es una escuela grande de jornada completa, en la que soy maestro de Educación Plástica desde hace dos años. En ella les niñes desayunan y almuerzan, pasan en el establecimiento más de ocho horas diarias de lunes a viernes. Es un lugar de enseñanza y aprendizaje, de experiencias, de contención y de afecto. Algunes cursan allí desde el jardín de infantes y son vecines cercanes del barrio, otres llegaron acompañando las vicisitudes migratorias familiares, y otres más, incluso, asisten también en horario vespertino, ya que allí funciona la Escuela de Música N° 7.
Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que la Escuela N° 24 es un cálido refugio para la comunidad en tránsito.
La escuela se encuentra en el Barrio de Flores, en Flores Sur. Tiene una población numerosa de niñes de clase media baja y, mayormente, de clase humilde. Provienen en gran medida de barrios del Bajo Flores, como el Barrio Rivadavia y la 1-11-14, de familias que llegan del interior del país, del Gran Buenos Aires o pertenecientes a colectividades de origen boliviano, paraguayo y peruano. Este entramado cultural construye, desde la diversidad, la identidad de la escuela.
Todes somos Flores, pero no todes estamos en el mismo jardín
El barrio de Flores es considerado uno de los más clásicos de la Ciudad de Buenos Aires, lleno de historia, de cultura y de personalidad. En sus esquinas y calles conviven aún, junto a torres de departamentos de todo tipo, casas tradicionales de una o dos plantas, con fachadas de diferentes estilos (“art decó”, “art nouveau”, “academicista” y “neocolonial”) que recuerdan el pasado glorioso y rico del Flores de las quintas veraniegas. Es un barrio con mucho movimiento de gente y con diversas colectividades distribuidas en su territorio.
La escuela, como mencioné, se encuentra en Flores Sur. En general, les niñes que concurren vienen de más al sur, de las zonas más pobres del barrio. Estas barriadas no tienen casas con estilos diferentes, no son “art”, ni “neo”, ni nada. Tienen, lo que pueden. Construcciones precarias, muchas veces inconclusas, insuficientes y con servicios básicos y públicos deficientes.
¿Qué apropiación pueden hacer entonces les niñes, de esa escuela, de ese barrio? Porque todes somos Flores, pero no todes estamos en el mismo Jardín.
Desarrollo
Hacia la construcción de una identidad
¿Cómo lograr que les niñes reconozcan una pertenencia identitaria proviniendo de lugares tan diferentes? Esta pregunta me acompañaba en cada viaje a la escuela.
Pensé entonces que quizá una manera de llegar a responder ese interrogante podría ser utilizar un paradigma distinto del que estaban familiarizados, que estaba cargado de subjetividades. Algo desconocido o poco conocido. Así surgió la idea de los “Barrios modulares”, construcciones espaciales móviles, urbanísticas y lúdicas.
La estrategia consistía en lograr que les niñes reconocieran la identidad de un barrio ajeno al propio, desde un análisis objetivo de las características y particularidades del mismo, para luego poder representar esa identidad distintiva en estas construcciones modulares. Este aprendizaje adquirido serviría como punto de partida para la elaboración y el reconocimiento de su propia identidad barrial.
Con la estrategia ya establecida, surgió entonces una nueva incógnita: ¿cuál sería el barrio indicado para usar de paradigma? ¿Qué barrio porteño lograría atrapar la atención de les niñes desde su particular fisonomía e identidad propia?
Los “Cien barrios porteños”
"Para cada uno de los muchachos que vivíamos en las afueras, en el arrabal si se quiere de la ciudad, el barrio era en realidad una esquina, una cuadra. Y así había ciertamente cien o más barrios en el imaginario de esos chicos o muchachos que en aquellas épocas ni pensaban en un límite geográfico..."
Aníbal Lomba
La Ciudad de Buenos Aires es una megalópolis (tiene 48 barrios oficiales y más de 100 barrios no oficiales, reconocidos y con identidad propia). Cuenta con un acervo cultural manifiesto que puede apreciarse en todos y cada uno de estos barrios. Este bagaje cultural, construido a través del tiempo de tradiciones, herencias y legados, tiene particularidades tan propias en cada barrio porteño que lo hace único y distinto de todos los demás.
Cada barrio de la Ciudad, cada “rioba”, se caracteriza por costumbres y tradiciones que pasan de generación en generación, y son como una marca indeleble que se obtiene al nacer para acompañarte el resto de la vida.
El barrio de La Boca, poseedor de un espacio urbano público, colectivo, especie de laboratorio artístico donde se expresan significaciones y valores propios, es un lugar único dentro de esta megalópolis. ¿Podría ser este el barrio indicado como paradigma de los “Barrios modulares”?
La “República de La Boca”
La Boca creció con una fisonomía e identidad propias, fruto en gran medida de dos factores: su aislamiento (nació como un caserío a la vera del río, aislado de la Ciudad por grandes espacios vacíos que no eran otra cosa que las grandes quintas de las familias aristocráticas de la época) y su relativa homogeneidad étnica (debido al predominio de inmigración italiana, especialmente genovesa). Estos dos factores hicieron que el barrio tuviese características únicas: fuertes lazos sociales de origen, una realidad edilicia particularmente colorida y un patrimonio cultural propio, que perduran en el tiempo.
En ese contexto sociocultural es que se formó el artista más representativo del barrio: Benito Quinquela Martín.
Quinquela Martín, el pintor de La Boca
Para Benito Quinquela Martín, portador de una infancia proletaria, el arte debía ser parte de la vida y del artista; y éste, como tal, ser un miembro activo y transformador de la sociedad mediante su arte.
“No solo utilicé los colores en mis cuadros, sino que traté de incorporarlos a la realidad edilicia de La Boca. Los impuse en los edificios levantados en terrenos que doné para obras de beneficio colectivo o social y que yo mismo decoré; y logré que no pocos vecinos pintaran sus casas de colores, casi siempre eligiendo mi distribución de esos colores. (…) Cuanto hice y cuanto conseguí, a mi barrio se lo debo.”
Benito Quinquela Martín
La arquitectura del barrio modelada por Quinquela fue uno de los aspectos fundamentales en la construcción de esta identidad barrial, representativa de un modo de vida, de la pertenencia a un determinado grupo social y a un particular periodo histórico. Esta arquitectura y sus características, finalmente, fueron las que determinaron que sea ese barrio y no otro el elegido para trabajar con les niñes en el proyecto.
La Boca, barrio modular.
Compartiendo saberes y reflexiones
Teniendo ya el barrio definido, comenzamos a trabajar con les niñes a partir de preguntas: ¿Conocían o habían oído hablar del barrio de La Boca?, ¿lo visitaron alguna vez?, ¿escucharon de los Bomberos Voluntarios de La Boca, de Caminito, de Boca Juniors, de Quinquela Martín…? De estas conversaciones surgió un primer acercamiento al barrio.
Con la inquietud instalada en les pequeñes, el siguiente paso fue la visita al lugar. Una excursión al barrio de La Boca recorriendo sus lugares emblemáticos: el Museo Quinquela Martín, Caminito y la Vuelta de Rocha, entre otros. ¿Qué mejor manera de conocer un lugar sino yendo?
Pero con la intención de la visita surgió el primer escollo: no se pudo conseguir ni transporte gratuito, ni el dinero para alquilar los micros necesarios para llegar a La Boca desde el barrio de Flores con les niñes. ¿Cómo lograr entonces conocer un lugar, sin poder ir a conocerlo?
La solución a tal dilema estuvo en las TIC (tecnologías de información y la comunicación): armé un audiovisual con imágenes típicas del barrio de La Boca, editado junto con una música de milonga característica, para luego ser proyectado en la escuela y que les niñes lograran tener un acercamiento visual de las características arquitectónicas del barrio. ¿Cómo son esas viviendas?, ¿tienen algún parecido con nuestras casas, con nuestro barrio?, ¿con qué materiales están construidas?, ¿por qué tendrán esos colores?, ¿cómo será vivir al lado del río?, ¿las veredas tienen escaleras porque están muy altas, o están muy altas porque tienen escaleras? Estas preguntas acompañaban la proyección e iban construyendo un clima de reflexión. Escuchando, conversando, contrastando y compartiendo las ideas de les niñes, logramos descubrir que las viviendas eran conventillos, que estaban construidas con maderas y chapas de cinc acanaladas, y que estaban pintadas con diversos colores porque se usaban las pinturas que sobraban de los barcos.
Construyendo conventillos
Tras haber intercambiado percepciones, relacionado parecidos y compartido creencias y porqués, con les niñes pusimos manos a la obra en la construcción de nuestro primer barrio modular: LA BOCA.
Cada uno comenzó construyendo el frente de una típica casa de La Boca (la fachada) con todos sus elementos: paredes, ventanas, puertas, techos, balcones, persianas, escaleras, etc. Para ello repartí a cada uno un soporte de cartón rígido, rectangular y de igual tamaño para todes, sobre el cual trabajarían con diversos materiales recortando y pegando, poniendo especial énfasis en los colores, formas y texturas.
Armé cajas con materiales diversos que distribuí en las mesas del taller, para ser utilizados en las producciones colectivamente. Materiales de bajo costo y en general reutilizados: diferentes tipos de cartones (gris, corrugado, microcorrugado), cartulinas y diversos tipos de papeles (afiche, glacé, celofán, de regalo, etc.).
Les niñes elegían libremente los materiales que iban a utilizar, relacionándolos con los materiales originales con que se construían las viviendas: cartón microcorrugado de colores para representar las chapas de cinc acanaladas de los techos y paredes, papeles celofán y plateados metalizados para hacer ventanas, y así con cada parte de la fachada.
Una vez realizadas todas las fachadas, las agrupamos para armar módulos poliédricos (prismas), donde cada lado estaba formado por una fachada.
¡El barrio modular está listo! Solo queda ponerse a jugar
Link al video: https://youtu.be/AsY13wEo3A0
Con la producción finalizada, les niñes se pusieron a jugar. Desarrollaron puestas probando posiciones y recorridos diversos: acumularon los módulos, los alinearon, los pusieron en zigzag y uno sobre otro, armaron verdaderos planeamientos urbanísticos.
De esta manera quedaron armados módulos de cuatro, seis y ocho lados, ya que a algunos de estos módulos les agregamos bisagras de tela, que permitían realizar movimientos para modificar posiciones y tamaños.
Mediante el juego expusieron sus pensamientos, conocimientos y opiniones de manera socializada, fortaleciendo de esta manera los lazos grupales y consolidando los saberes adquiridos. Les niñes habían logrado con su producción representar la esencia del barrio de La Boca, y de alguna manera también descubrirse, en su propia identidad.
Conclusiones
“Barrios modulares” no solo significa una propuesta pedagógica propicia para lograr que niñes del segundo grado de una Escuela Pública de un barrio periférico de la Ciudad de Buenos Aires, logren descubrir qué hay más allá del barrio conocido, poniendo en conflicto ese espacio cotidiano del día a día, del recorrido diario que los lleva de la casa a la escuela y de la escuela a casa. Pudieron pensarse en lugares desconocidos y revelarse como hacedores de otros mundos posibles, vinculándose con ese otre, desde un lugar de exploración, conocimiento y juego. Además, es una propuesta que trasciende el área de Educación Plástica, en su desarrollo logra combinar de manera efectiva otras áreas del conocimiento: Prácticas del Lenguaje, Matemática, Conocimiento del mundo, Tecnologías de la información y la comunicación, Educación Musical, etcétera.
Este proyecto pretende ser un disparador para desplegar la mirada, repensando estrategias pedagógicas que pongan el eje en la interdisciplinariedad de la enseñanza aprendizaje.
Imaginemos que este aprendizaje logrado con y por niñes que están transitando sus primeros pasos en la Escuela Pública, se extendiese como una onda en el mar, como una gran trama que va vinculando comunidades una tras otra, y que en esta dinámica vincular los saberes adquiridos –en este proceso de descubrir y descubrirse, de reconocerse en la diferencia y en lo propio– se compartieran, socializándolos.
¿Cómo sería si cada escuela, de cada barrio, hiciese el ejercicio de construir su propio “Barrio modular”, su propia búsqueda identitaria? Imaginemos…
ANEXO
Objetivos
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Que les niñes elaboren una producción plástico-visual que:
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Logre transmitir las características propias del barrio de La Boca.
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Sea una construcción tridimensional.
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Pueda modificar sus dimensiones y ubicación en el espacio.
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Esté realizada con materiales reutilizados y de bajo costo.
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Sea un objeto lúdico.
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Que les niñes desplieguen la mirada curiosa, atenta y sensible para:
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Percibir las características formales del barrio de La Boca (formas, colores, espacio, texturas).
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Reconocer, identificar y diferenciar las distintas cualidades percibidas, relacionándolas con otros barrios.
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Valorar y sensibilizarse con lo observado y lo producido.
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Que les niñes puedan:
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Relacionar las características propias del barrio de La Boca con su historia, costumbres y ubicación geográfica.
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Reconocer obras, artistas y lugares propios del barrio.
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Familiarizarse con el patrimonio cultural de la Ciudad y con los ámbitos en los que este se conserva (museos, centros culturales, paseos públicos).
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Con esta actividad también se buscó que logren incorporar transversalmente contenidos y conceptos relacionados con distintas áreas de la enseñanza:
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Desde Plástica: El reconocimiento de las características de las formas bidimensionales y su transformación en formas tridimensionales, la exploración de la interacción de las relaciones espacio/forma, la utilización del color propio de los materiales y su empleo en relación con aquello que se quiere representar, la indagación y la utilización expresiva y descriptiva de las texturas para el enriquecimiento de la imagen, el uso de distintas técnicas, materiales y procedimientos para la producción de imágenes, la observación de los aspectos visuales presentes en el barrio y la ciudad.
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Desde Conocimiento del mundo: Las distintas culturas y épocas en relación con el lugar de pertenencia, la comprensión del significado de ciudad, barrio y vecindario, el reconocimiento de zonas de la ciudad destinadas para vivienda, circulación, industria, comercio y recreación, la observación de distintos tipos de mapas y planos de la ciudad, y de sus lugares emblemáticos, el reconocimiento de elementos propios de la arquitectura (fachada, puerta, ventana, escalera, terraza, claraboya, rejas, etc.) y del urbanismo (calle, vereda, cuadra, plaza, costanera, etc.).
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Desde Matemática: Reconocimiento de relaciones espaciales, producción de trayectos, desplazamientos y recorridos, ubicación de objetos en el espacio, construcción de poliedros y su reconocimiento, exploración y registro de elementos propios de la geometría (figuras y cuerpos geométricos, lados, ángulos, rectas, etc.).
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Desde la convivencia áulica: Se buscó el disfrute. Que les niñes puedan jugar con sus construcciones, realizando diferentes puestas urbanas, socializando el juego y explorando sus posibilidades, fortaleciendo de este modo la relación grupal, reconociendo y valorando el trabajo creativo propio y del otro.
Propuestas pedagógicas previas
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Poliedros: Construcciones espaciales de poliedros, realizadas en una acción efímera y lúdica (con palitos de brochet y cubitos de flota flota).
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Libros acordeón: Con fachadas de casas del barrio de La Boca en cada de página, donde comenzaban a explorar desde el juego el pasaje de la bidimensión a la tridimensión.
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Mural de La Boca (2014): Relieve donde las casas son tridimensionales (cajitas intervenidas), despegándose del soporte que las contiene.
Referencias bibliográficas
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LA BOCA, barrio modular, CABA, 2018, Mariano González. IV JORNADA PEDAGÓGICA DEL ÁREA CURRICULAR, Nuevas formas de enseñar nuestras tradiciones, herencias y legados.
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Diseño Curricular para la Escuela Primaria de la Ciudad de Buenos Aires.
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III Encuentro Docente en el MBQM.
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EPPA, La Escuela Pública va a las Plazas con su Arte (Las ciudades y las plazas. Espacios de participación e intervención artística desde la escuela), Noemí Miranda / Mariano González.
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Paloma, Pablo Médici (Brocha), 2013.
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Definición de Barrio
https://definicion.de/barrio/ -
Cien barrios porteños
https://es.wikipedia.org/wiki/Cien_barrios_porte%C3%B1os
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Barrios no oficiales de la Ciudad de Buenos Aires
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Barrios_no_oficiales_de_la_ciudad_de_Buenos_Aires -
Patrimonio intangible
http://www.ilam.org/index.php/es/patrimonio-intangible
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La Boca, un pueblo particular, Diego Ruiz.
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Un pueblo con tradiciones, una cultura y un gran legado, Isabel Rodríguez.