top of page

XXIV Congreso Pedagógico 2019 

EDUCACIÓN PÚBLICA EN LUCHA
LECTURAS Y REGISTROS PARA LA CONVIVENCIA CIUDADANA

Ponente: Carla Wainsztok*

Título: Toda pedagogía es social

Palabras clave: Pedagogía social. Educación social. Derechos humanos y memorias. Gramáticas, textos y texturas.   

Introducción

 

¿Existe una pedagogía que no sea social? ¿Qué nombre tendría? ¿Individual? Nosotras/os sabemos que el concepto de individuo es una ficción. Una ficción (liberal) eficiente, tal vez la más eficiente. Por ello preferimos nombrar singularidades. Estar siendo singulares entre singularidades y pluralidades. La singularidad es el rostro de la(s) otredad (es).

Entonces tal vez nuestras pedagogías estén siendo singulares, sociales y plurales, es decir plurinacionales. Pedagogía social en clave plurinacional. Pedagogías del sur. Gramáticas Pedagógicas del Sur. Nuestro GPS.

Esta introducción nos habilita a pensar la Tecnicatura en Pedagogía Social con orientación en derechos humanos. Pedagogía y educación social. Los afectos y los efectos de la educación. Toda educación es sentimental. Vamos contando no sólo en términos matemáticos, sino contando quienes estamos siendo. Narrando(nos) Pedagogía y educación social, plurinacional con orientación en derechos humanos.

Los derechos y las memorias. Las memorias de los derechos. Pedagogías de las memorias. Las memorias de las pedagogías. Las memorias de las mariposas. Piedra libre para las memorias. Libres las memorias. Memorias que levantan vuelo como mariposas. Pedagogías esperanzadas en los nuevos tiempos, en los porvenires Pedagogías esperanzadas con los nuevos tiempos. Convivir es existenciar con otras/os. Porvenires políticos. Las y los (que están) por venir. Pedagogías y bienvenidas. Pedagogías de las bienvenidas.

Pedagogías sociales y vitales. Pedagogías que piensan los territorios. Los territorios del pensar. Pensar las pedagogías. Pensamientos pedagógicos latinoamericanos.

Si los Estados deben garantizar los derechos, como el derecho a la educación, nosotras/os anhelamos cumplir nuestros deseos. Entonces los materiales de las pedagogías están siendo los deseos. Las materias deseantes de las pedagogías, materias que no pueden ser pendientes. Ni tampoco dependientes. Mucho sufrimiento hubo estos años de dependencia(s).

El neoliberalismo quiso imponer vidas “low cost”. Lo de “low cost” no son solo vidas bajo costo, es decir precarias, precarizadas sino regidas por la figura de la meritocracia. Lo contrario de esta definición son vidas dignas de ser vividas. Vidas dignas de disfrute. El derecho y el deseo a disfrutar.

Nos gusta pensar entonces los derechos al conocimiento y los deseos de reconocimientos.

Pedagogías deseosas y deseantes. Registros pedagógicos que devienen en poéticas.  Poéticas pedagógicas del sur. Gramáticas poéticas del sur es el otro nombre de nuestro GPS. Pensar desde el sur, pensar el sur. Ser/Sur. Pensar desde el sur del ser. Pensar entonces también el Buen Vivir.

Horizontes de deseos de un Estado de derecho. Reciprocidades comunitarias entre deseos de bien estar y buen vivir. Pensamos los Estados, las geografías y las cartografías.  Tiempos, espacios que no son lineales. Tiempos y espacios que se despliegan. ¿Es lo mismo desplegarse que desarrollarse?, ¿se puede escribir teoría del desplegar? Desplegar teorías.

El contenido y la forma. Las formas de los contenidos. ¿Qué contenidos enseñar para nuestro continente?

En la “tecni” pensamos que es tiempo de problematizar ¿Cómo nos vinculamos con los conocimientos? ¿Cómo nos relacionamos con las/os estudiantes? ¿Cómo nos relacionamos con los mundos? Nos gusta pensar que nuestros vínculos con los conocimientos pueden no ser de dominio y conquista. Y entonces ¿por qué habríamos de imponernos con las/os compañeras/os?  Las verdades como posiciones.

Deseamos construir una Patria tan Grande donde quepan mundos infinitos, infinitos mundos con otros logos. Logos y eros. Logos, mitos y eros. Eros pedagógicos. Inventar narrativas desde el sur, crear (id) entidades desde el sur. Sureras, las eras del sur. Sureros, el eros del sur. Eras y eros.

Un pensador escribió un texto que se llama “Nuestra América” allí puede leerse que la dicotomía civilización y barbarie es falsa. Martí fue un gran pensador relacional que nos convidó con “libros y botas de potro” y que nosotras/os mediante alquimias convertimos en libros y alpargatas. Con los tiempos esto se transformó en libros, alpargatas y neetbooks. Estamos siendo entre palabras, alpargatas y satélites.

Y pensar que a las hacedoras/es de satélites, alpargatas y libros el neoliberalismo rancio y racista nos vociferó hace poco tiempo “agarrá la pala” como si fuéramos vagas/os, resonancias de gauchos malentretenidos. Nosotras/os agarramos desde tiempo idos palas y palabras. Tomamos las palabras.

El neoliberalismo rancio y racista balbucea, carece de argumentos. No existe el pensamiento único, no hay derrame. Nos convidó a leer hoy “Nuestra América”. Leer Nuestra América como texto y contexto. Leer Nuestra América como proyecto, programa y manifiesto de pensamientos. Existen los pensamientos mestizos como Nuestra América.

Pedagogías del sur que también crecen al calor de otro texto de Martí, “Maestros Ambulantes”. Allí existen otras relaciones como “ternura y ciencia”. Martí, insistimos piensa en hermanar. Hermanar países, vidas, historias, memorias. Hermanar los conocimientos con las ternuras. La letra con sangre no entra. Nosotras/os leyendo a Martí interpretamos e “inventamos” un concepto, pedagogías de las ternuras.

La Gabriela, es decir Gabriela Mistral que estuvo en Cuba en varias oportunidades, escribió un texto sobre el “Apóstol”. Gabriela fue la primera persona en recibir un premio Nobel de Literatura y alguna vez afirmó que enseñar es contar y contar es encantar.

Nuestros presupuestos no son solo económicos, nuestros presupuestos son las libertades, las amorosidades y los intentos de igualdades.

Simón Rodríguez escribió sobre libertades, igualdades y deseos. Simón Rodríguez inventó una narrativa libertaria, igualitaria y deseosa. Una narrativa libertaria y literaria. Una poética pedagógica. Una poética y una prosa profusa de irreverencias amorosas. Soñar con igualdades y libertades en tiempos coloniales fue una irreverencia. Cuestionar las jerarquías es de irreverentes. Fue (entre otras cosas) el maestro de Bolívar. En sus textos se puede leer las ideas, los deseos de igualdad, emancipación, libertad, acompañando el proyecto bolivariano, el proyecto que él también alumbró.

Para Rodríguez construir la Patria Grande significaba formar ciudadanos, pueblos, y maestros. Toda una construcción pedagógica. Rodríguez piensa, escribe y sueña con una escuela para todos, desde el Sur. En tiempos de guerras por la independencia no dudaba en la potencia de la reflexión. Reflexionar para no repetir, para no imitar.

El pensar y la libertad, el pensar y las libertades. Pedagogías y libertades. Las pedagogías son agite de las libertades. Las libertades como agite de los pensamientos. Pensar desde los territorios pedagógicos. Imaginar libertades en una sociedad (aún) colonial.

Una de sus ideas que suelo decir en las aulas es: “En los niños pobres está la patria”. Resonancias textuales y amorosas que aparecen en otros tiempos, que llevamos como melodías en nuestros oídos los únicos privilegiados son los niños, la patria es el otro.

Políticas y pedagogías humanas y humeantes como el pan. Los conocimientos y los alimentos. Alimentar cuerpos y espíritus. Privar alguno de ellos es inhumano. Las humanizaciones y las deshumanizaciones. Las humanidades que no pueden ser sólo las ciencias.

Por ello, para que la igualdad y la emancipación no sean una simple declaración o declamación, Rodríguez decide combinar “economía social, con una educación popular”.

Él supo diferenciar la guerra de la independencia de la guerra de la libertad. La independencia necesita de soldados, la guerra de la libertad de pensar, reflexionar y publicar. Pensar, reflexionar y publicar “para que no vuelvan a armar otros brazos”.

Rodríguez inventó y entonces fue un precursor en las alfabetizaciones latinoamericanas. Las alfabetizaciones y las insurgencias. In sur gente. Las velas y las escrituras. Los velos y las pedagogías. Crear una pedagogía que devela y nos desvela por los modos de vivir en “sociedades americanas”.

El hambre fue un tema acuciante en tiempos de Simón Rodríguez y entonces relaciona las colonialidades con las carestías. Denuncia la  presencia de maestras/os devenidos de otras tierras, “una colonia de maestros” que no solo quieren desterrar el castellano sino quitar las ganas de preguntar ¿por qué tenemos hambre? No es cualquier pregunta, es la pregunta por el hambre. Es la pregunta por las deshumanizaciones. Es la pregunta por la no existencia.

Enfrentado a la pedagogía de la crueldad que sostenía que los pueblos originarios, los criollos, las cholas, los cholos, no eran del todo humanos, Rodríguez inventó una gramática de igualdades y libertades.

Creamos y creemos que hay tres conceptos precisos y preciosos para nombrar también las pedagogías: curiosidad, asombro e imaginación.

§ En lugar de juzgar y prejuzgar, curiosear entre preguntas. Curiosear es (el) otro modo de las intervenciones. No volverse un/a interrogador/a. Sino nombrar la intervención como un “con-versar”, una conversación, es decir compartir versiones, versar con otras/os. Inter-venciones es estar siendo preguntas entre otredades.

Estamos siendo preguntas, nos estamos volviendo preguntas. No se trata de hacer una pregunta, sino de volverse preguntas. Las (id) entidades como enigma y entonces como posibilidades y potencialidades, es decir invenciones y creaciones. Los géneros de las (id) entidades.

§ El asombro como asomo. Animarse, asomarse y asombrarse. Asomarse a los desiertos y a los mares. Asomarse a las planicies y los cielos. La palabra desastre puede ser comprendida  “sin astros”. Estar sin rumbo, perder las huellas celestiales. Las estrellas como huellas. Lo contrario del desastre es un astro que nos incluya a todas/os.

Pedagogías que no solo resisten sino que construyen, las reconstrucciones de las  pedagogías. La tarea (de reconstrucción) es pedagógica.

§ Las imaginaciones pedagógicas. Imaginar una Patria (tan) Grande donde quepan todas las lenguas, todos los derechos, todos los deseos. Deseos singulares y plurales.

Las lenguas de los derechos, las lenguas de los deseos. Los derechos y deseos a todas las lenguas. Comunidades que se expresan en distintas lenguas y entonces pensar las lenguas de las comunidades. Pensar el sur es pensar las lenguas que pronunciamos y las que dejamos de enunciar. Las lenguas perdidas y los nuevos lenguajes. Plurilingüística es Nuestra América.

Por eso nuestro trabajo es pensar y repensar los movimientos (sociales) de Latinoamérica. Latinoamérica en movimiento.

Pensar las colonizaciones y las decolonialidades. Expoliaciones económicas y colonialidades culturales, simbólicas y pedagógicas. Sin las narrativas coloniales no hay saqueos. Narrativas raciales y racistas. Narrativas clasistas. Por ello a su odio de clase nos gusta responder con clases de amores. Toda clases de amores. Los amores y los infinitos. Los infinitos amores.

Un aula puede ser un tiempo y un espacio infinito. ¿Qué (nos) puede suceder en un aula? ¿Hasta dónde se prolonga una clase? Las infiniciones en lugar de las definiciones. Las infiniciones y los infinitos. Lecturas infinitas. Leer es problematizar. Leemos al mismo tiempo que nos preguntamos ¿cuáles son los sentidos de las lecturas? Leer con todos los sentidos.

Leer es pensar.  Existen pensamientos terrenales, terrestres y celestiales. Desear desde el suelo hasta el cielo. Pensar y desear. Pensamientos deseantes y deseosos. Estar siendo pensamientos y sentimientos. Los conocimientos pueden conmover y conmovilizar.

El ser pensamiento es creativo, yo creo. La trascendencia y la inmanencia. Noúmeno y fenómeno. Las éticas.

Las pedagogías están siendo una gramática ética, política y estética. Poéticas y prosas profusas de libertades, deseos e intentos de igualdades.

Gramáticas significan textos y texturas. Las texturas de los textos. Los espesores de las tramas. Estamos entramadas entre palabras. Jugar con las palabras. Conjugar y conjurar los verbos y los tiempos. Los tiempos verbales. Pedagogías que unen y reúnen pasados, presentes y futuros.

Las pedagogías como cartas que fluyen en los ríos. Los afluentes de las pedagogías. Fluir y confluir en los ríos de las historias. Pedagogías de los círculos culturales y concéntricos. Arrojar una piedrita es como rozar una biografía. No hay mirada que alcance los movimientos del ser. Las potencias y posibilidades del ser.

Ser, hacer y deshacer. El hacer es el otro nombre del pensar. Pensar es hacer y deshacer (se). Pensar es leer, no es repetir. Se repiten letanías y lejanías. Acercarse a lo propio, a lo apropiado, a lo auténtico. “Authentes” como soberano, original y originario. Forjar soberanías. Soberanías económicas, culturales, simbólicas y pedagógicas. Sembrar soberanías originarias y originales.

Ya no es tiempo de repetir frases hechas. Es deseoso hacer nuevas frases. Ya no es tiempo de repetir viejas fórmulas. Se trata de reformular, es decir inventar lecturas, lecturas venturosas y aventurosas.

Lecturas que nos llevan a los orígenes de las palabras, los mitos de origen, los orígenes del mito.  Logos, mitos y eros para escribir y leer pedagogías. ¿Existen las pedagogías mitológicas y/o los mitos pedagógicos?, ¿qué narrativa sería?

Habitar otras razones y voces. Habitar un tiempo pedagógico y mitológico. Las pedagogías contienen muchas temporalidades al mismo tiempo. Cronos y Kairós. Formaciones, informaciones, conocimientos y sabidurías.

¿Por qué se dice “perder el tiempo”? Nos gusta “perder el tiempo” pensando. El capitalismo es tiempo, el tiempo es oro. Tiempos de vidas y tiempos de trabajo muerto.

¿Se puede medir una vida? Vidas desmedidas. Las vidas desbordan los excels. Vidas y biografías. Enredar nuestras historias (sociales) en nuestras biografías.

Para resistir y reexistir inventamos sur versiones, las versiones del sur. Inventamos nombres para los años 2003- 2015 “peronismos recientes”, necesitábamos nombrar lo que habíamos construido y al mismo tiempo resistíamos entre marchas, clases y textos. En las clases, los libros y las marchas nos encontrábamos entre otras/otros, nos contábamos. Contar no en términos aritméticos, nos contábamos para seguir estando.

 

 “Sinceramente” tal vez fueron resistencias (más o menos) épicas, lo que sí es seguro es que seguimos haciendo historias, estamos siendo historias.

 

Las existencias como posibilidades y potencialidades, como modos y relaciones de producción. Las condiciones materiales de los textos, las condiciones textuales de las existencias. Las existencias y las experiencias.

 

Nos asomamos a un nuevo capítulo y entonces escribimos para imaginar otros futuros, para anunciar otras pedagogías, pedagogías de las ternuras y los panes. Las mieses y las mieles. Las solidaridades de compartir y convidar también palabras.

Nota

* Doctora en Ciencias Sociales. Facultad de Ciencias Sociales. UBA. Profesora.

bottom of page