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XXIII Congreso Pedagógico 2018 

EDUCACIÓN, DEMOCRACIA Y RESISTENCIA
LUCHAS Y SOBERANÍAS PEDAGÓGICAS

Ponente: Valeria Paula Gutiérrez

Título: La/s memoria/s para la construcción de la identidad

 

 

Palabras clave: Inicial, derechos humanos, identidad, Abuelas de Plaza de Mayo.

 

 

Educar en este lío…

 

Este trabajo no pretende ser una mera descripción de actividades áulicas sino una conversación con quienes leen/escuchan, sobre cómo podemos construir una educación liberadora, democrática y descolonizada, formando a niñxs con pleno conocimiento de sus derechos.

Lxs maestrxs nos vinculamos con las palabras. En estos tiempos extraños, ponemos muchas palabras. Palabras que alivian, palabras tranquilizadoras, palabras que alegran, palabras que despiertan. Este presente en el que todo parece tener un precio, en el que se cuestionan todas las estructuras colectivas que obstaculizan la lógica del mercado (los sindicatos, las cooperativas, la familia misma, la escuela y sus docentes), estamos lxs maestrxs poniendo palabras, haciendo una pedagogía de oposición al discurso oficial. Frente a dichos como “es una desgracia caer en la escuela pública”, salimos lxs maestrxs a poner palabras de amor, inventamos escuelas itinerantes, invitamos a todxs, escuchamos, hablamos, compartimos.

Son estos tiempos de meritocracias e individualismos; tiempos de decir y escuchar descalificaciones y agravios constantes; tiempos de mentiras, de construcciones históricas falsas o, por lo menos, incompletas; son tiempos de intentos de romper nuestra identidad. Será entonces nuestro tiempo de repensar(nos) y rever(nos) para poder crear nuevos dispositivos que transformen todo esto en algo bueno para poder compartir, estar con lxs otrxs y poner palabras amorosas, que contengan, que abracen; y construir colectivamente una nueva pedagogía.

Y es, justamente este el tiempo en donde los derechos conquistados colectivamente están siendo cuestionados y, en muchos casos, negados. Es tiempo, entonces, de docencias reparadoras, de las que enseñan en las escuelas, pero también en las calles, adentro de los barrios, de las que piensan en un mejor futuro, de la que se juntan para abrazar (nos), para escuchar (nos), para resistir amorosamente tiempos hostiles.

 

El posicionamiento docente frente al derecho a la identidad

Siempre es un desafío abordar temas como memoria, identidad y derechos: son ideas que nos interpelan a nosotros mismos, tanto a lxs docentes como a las familias.

Para decidir qué y cuánta información se socializa debemos acordar colectivamente algunos aspectos y afirmaciones y convenir la manera en que vamos a transmitirla. En primer lugar, el marco normativo: la Convención sobre los Derechos del Niño en su artículo 7o nos habla sobre el derecho a la identidad: nombre, nacionalidad, conocimiento de sus padres; y en el artículo 8o explica la responsabilidad del Estado en ese sentido. La Ley de Educación Nacional en su artículo 3o enuncia la necesidad de la formación de la ciudadanía estableciendo, además, que es el Estado quien debe poner al alcance de todxs la información y el conocimiento para lograr este objetivo. Finalmente, esta Ley establece en su artículo 92o que entre los contenidos de Nivel Inicial se encuentran:

c) El ejercicio y construcción de la memoria colectiva sobre los procesos históricos y políticos que quebraron el orden constitucional y terminaron instaurando el terrorismo de Estado, con el objeto de generar en los/as alumnos/as reflexiones y sentimientos democráticos y de defensa del Estado de Derecho y la plena vigencia de los Derechos Humanos, en concordancia con lo dispuesto por la Ley Nº 25.633.

d) El conocimiento de los derechos de los/as niños/as y adolescentes establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Ley Nº 26.061.

Entonces es la Escuela y, por ende, somos lxs docentes, quienes en primer lugar debemos garantizar que se cumplan para todxs lxs niñxs tanto los derechos como las leyes.

¿Memoria o memorias? ¿Mi memoria o nuestras memorias?

Hablar de memoria nos lleva a hablar de recuerdos y olvidos, de narrativas, gestos, actos y silencios, emociones, huecos y fracturas. Nunca estamos solxs: unx no recuerda solx sino con la ayuda de los recuerdos de otrxs y con los códigos culturales compartidos. Incluso cuando las memorias personales son únicas y singulares, esos recuerdos personales están inmersos en narrativas colectivas que, a menudo, están reforzadas en rituales y conmemoraciones grupales. Poder rememorar algo del propio pasado es lo que sostiene la identidad.

Las identidades y las memorias son desde donde pensamos todo, son nuestras relaciones sociales y familiares; y, a partir de allí, construimos nuestras historias, la de cada uno en la de otrxs y las de otrxs en cada uno. Seremos, entonces, desde nuestras palabras. Es desde nuestros relatos, entrelazados con los relatos y las voces de otrxs, que constituimos la identidad y la memoria colectiva.

Habrá resistencias para abordar aspectos relacionados con la identidad (de nacionalidad, de género, etc.), especialmente en relación con el tema que ocupa esta ponencia: los hechos relacionados con los años más oscuros de nuestra historia reciente.

Sabemos que tanto en la sociedad en general, como en la escuela en particular –y según los momentos políticos que atravesamos–, aparecen discursos negacionistas y relativistas acerca de los sucesos de la última dictadura. Me refiero a discursos como “la teoría de los dos demonios”, “la guerra sucia”, el “algo habrán hecho”, las propuestas de reconciliación o de “mirar hacia adelante” y “dar vuelta la página”, y muchos otros alentados desde los medios de comunicación.

Somos entonces lxs maestrxs quienes tenemos el deber inherente a nuestra tarea de no reproducir las viejas teorías, de reflexionar colectivamente, de no petrificar las memorias, de no esclerosar la transmisión, si queremos contribuir a un “NUNCA MÁS” como compromiso colectivo duradero, para promocionar y garantizar el derecho a la identidad. Será el posicionamiento docente y el conocimiento de nuestro rol el que nos descolonice de los relatos negacionistas, solo con la verdad se avanza sinceramente, solo con la verdad se construye porque la verdad... libera.

Nuestras Abuelas, soberanas de la memoria

Soy maestra en una escuela de Nivel Inicial en la Villa 20 del barrio de Lugano, el Sur de nuestra ciudad. No es fácil trabajar en estos contextos; pero es, sin duda, transformador. Como todo asentamiento, el lugar es, muchas veces, hostil: hay una ruptura de las redes de sostén que hace que quienes lo habitan sean aún más vulnerables a este presente.

Sin embargo –y muy especialmente en condiciones sociales de tanta fragilidad–, educar nos convierte a lxs maestrxs en esxs OTRXS que tienen la responsabilidad de preservar a lxs niñxs ejerciendo el rol de mediadorxs ante esta realidad difícil. Para evitar una colonización de nuestra identidad, de nuestra memoria y de nuestro territorio simbólico, salimos de la resignación y pensamos, construimos y nos educamos con lxs otrxs, contamos nuestra historia con sus historias.

 

Frente a tristes comentarios… el “curro de los derechos humanos”, lxs maestrxs formamos a niñxs para el ejercicio de la ciudadanía

Trabajando como maestra de sección en una sala de 5 años en la escuela antes mencionada, cerca del Día por la Memoria, la Verdad y la Justicia, reflexionamos con lxs niñxs sobre los sucesos ocurridos durante la dictadura militar. Pusimos el foco de la reflexión en el rol que la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo tuvo y tiene en la recuperación de la memoria colectiva mediante diversas acciones, particularmente en lo que respecta a la recuperación de lxs niñxs secuestradxs y privadxs de su identidad.

Además de conocer los sucesos históricos y a las Abuelas, el objetivo era que pudieran ponerse en el lugar de lxs otrxs, sensibilizarse y sentir empatía. Buscamos información sobre Laura, Guido y Estela. Escuchamos a Estela de Carlotto hablando de su hija y hablándole a su nieto cuando aún lo buscaba. En medio de nuestro trabajo, una niña dijo: “yo quisiera ser la nieta de Estela para que me lea cuentos y me lleve a la calesita hasta que encuentre a Guido y después podemos ser nietxs lxs dos”. Inmediatamente se sumó el resto del grupo con comentarios similares, por lo que de repente Estela tuvo treinta “nietos nuevos”.

Lxs niñxs decidieron que querían comunicarse con Estela y acercarle –a ella y al resto de las Abuelas– un mensaje de amor. Para llevar adelante su decisión les enviamos un correo electrónico con las fotos de los dibujos que ellos habían realizado.

Un tiempo después llegó la sorpresa: ¡Abuelas había publicado ese mensaje en su diario! Esta experiencia fue realmente emotiva: por el aprendizaje en sí mismo, pero también porque lxs niñxs fueron multiplicadorxs en sus familias de nuestra memoria, del mensaje de amor de Abuelas y de la importancia de la identidad individual y colectiva como derecho y como punto de partida para construir una patria.

Entonces, las palabras de lxs niñxs también fueron palabras que circularon colectivamente.

A continuación, comparto la publicación que tanto nos emocionó.

 

ABUELAS. PUBLICACIÓN DE LAS ABUELAS DE PLAZA DE MAYO, POR LA IDENTIDAD, LA MEMORIA Y LA JUSTICIA

AÑO XVI • Nº 141 • MAYO 2015

 

 

Villa Lugano

Las maestras de una escuela de la Villa 20, de Villa Lugano, también acercaron a la Asociación las conclusiones del trabajo en el aula. En la sala de 5 años, los chicos y chicas de esta escuela de bajos recursos escucharon el relato de sus docentes sobre la lucha de las Abuelas, “del amor con el que hicieron este difícil camino para encontrar a sus nietos”.

Sus reflexiones acerca de lo ocurrido y las conclusiones a las que llegaron fueron realmente interesantes. “Por supuesto trabajamos con la Verdad y, en este sentido, se presentaron palabras como identidad, secuestro, censura, desaparecidos, porque creemos que los niños están preparados para escuchar y reflexionar. Y no nos equivocamos”, describió la maestra Valeria Gutiérrez. Junto a su compañera María Eugenia, Valeria les contó a los chicos acerca de los libros que escondían o de la música que escuchaban a bajo volumen durante la dictadura, como las canciones de María Elena Walsh, Mercedes Sosa o Violeta Parra. “La pregunta surgió sola: ¿Por qué tenía que esconder los libros y long play? ¿Por qué escuchaba la música tan bajito?”. El trabajo sobre esa música y esos libros fue parte de las actividades en el aula, además de escuchar sobre la historia de Estela de Carlotto y su hija Laura, de ver fotos y videos del encuentro de su nieto, y trabajar sobre la historia de otros nietos restituidos. “La conclusión final de los niños fue que no hay que perder la esperanza. “Es realmente alentador formar ciudadanos en la verdad, enseñarles a ser críticos, a discutir, a debatir, a tener autonomía en sus pensamientos”, destacó la maestra. Luego del acto que recordó el golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976, las familias contaron en la escuela que sus hijos hablaban en sus casas de los hechos ocurridos durante la dictadura. La docente concluyó: “Celebro que estas cosas estén pasando”. Los alumnos plasman en frases y dibujos sus reflexiones sobre la dictadura.

Transformar desde la construcción colectiva es la tarea

Una experiencia negacionista sobre la memoria y la identidad que tuve, no como docente a cargo de una sala, sino como maestra secretaria en un jardín maternal de Ciudad Oculta, donde concurren niñxs de 45 días a 2 años de edad; con la particularidad de tener, además, un anexo en una Escuela Media donde concurren lxs hijxs de lxs estudiantes  (mi primera experiencia en un equipo directivo), se dio justamente cerca del 24 de marzo de este año:

Ante al silencio sobre cómo se abordaría el tema, pregunté. La respuesta fue que “allí no se acostumbraba trabajar el tema porque lxs niñxs eran muy pequeños”.

Fue el posicionamiento y el conocimiento de las leyes lo que me posibilitó invitar a todo el personal a investigar, a reflexionar sobre la identidad y la memoria; y desafiarlxs a construir un relato para compartir con las familias el 24 de marzo.

Por supuesto, hubo muchas resistencias pero la lectura de los contenidos para el Nivel Inicial, la construcción colectiva sobre el derecho a la identidad, la lectura de textos para niñxs, los relatos de Abuelas, la convocatoria de las madres adolescentes de la Escuela Media, hicieron posible que el 24 de marzo –por primera vez en ese jardín– se llevara a cabo un encuentro donde todxs disfrutamos de un relato multimedia del cuento El pueblo que no quería ser gris, de Beatriz Doumerc. Fue emotivo ver a las madres con sus niñxs compartiendo este momento y luego reflexionando acerca de todo lo que involucró esta particular etapa de la historia reciente de nuestro país y, nuevamente, sobre la tarea de Abuelas. De la importancia de mantener viva la memoria y de lo que involucra la identidad y la verdad en la configuración de lxs niñxs, aun en los más pequeños, para la (con)formación de una Patria, de ciudadanxs.

Para cerrar, o mejor… para continuar

Estas experiencias fueron transformadoras: ampliaron los alcances de la transmisión y así produjeron nuevas preguntas a nuevos públicos (familias diversas, ya sean por nacionalidad o por edad). Este desafío fue de gran importancia ya que me puso a pensar en qué es lo que debía transmitir tanto a lxs niñxs como a sus familias y con qué objetivos hacerlo. La construcción de un relato de verdad tuvo la fuerza de generar lazos y consolidar mi posicionamiento; lo que permitió comprender la necesidad de educar para la promoción de derechos, comenzando por el primer derecho, que es –a mi parecer– el derecho a la identidad.

La Escuela es el ámbito fundamental y necesario donde se enlazan Memoria y Derechos Humanos conformando una plataforma desde la que asentar y resignificar el sentido de la democracia. Es el lugar donde formamos a futuros ciudadanxs con valores democráticos.

Hablar de fortalecimiento democrático, construcción del NUNCA MÁS y trasmisión efectiva de la memoria nos obliga a pensar en el deber y en la responsabilidad de nuestro rol y compromiso frente a la construcción de las identidades individuales y colectivas como una “gramática de la verdad”, desde los primeros años de nuestrxs niñxs.

Frente a los argumentos negacionistas de la sociedad y de cierta parte del campo docente, venimos lxs maestrxs a ejercer el deber inherente a nuestra tarea para no reproducir las viejas teorías, para reflexionar colectivamente, para no petrificar las memorias, para no esclerosar la transmisión, para contribuir a que el NUNCA MÁS se instale como compromiso colectivo duradero, para promocionar y garantizar el derecho a la identidad. Será nuestro posicionamiento docente y el conocimiento de nuestro rol el que hará posible una sociedad de futurxs ciudadanxs libres, de pensamiento autónomo, crítico y reflexivo.

La identidad es un artículo de alta importancia desde la Convención sobre los Derechos del  Niño y tiene una historia particular: es conocido como “el artículo argentino”.

Durante los tiempos oscuros, muchas mujeres buscaban a sus hijxs y también a lxs hijxs de sus hijxs. Sabían por relatos de algunxs sobrevivientes que sus nietxs habían nacido en cautiverio y que lxs habían entregado. Pero no bastaba solo con ese dato, necesitaban poder comprobarlo científicamente ante la justicia.

Fue entonces que desafiaron a la ciencia. Sabían que era posible comprobar la paternidad con una muestra de sangre, pero ¿cómo hacerlo sin la presencia de los padres?

La vida las encuentra con el doctor Víctor Penchaszadeh, médico exiliado en EE.UU., mientras ellas recorrían el mundo buscando métodos científicos que pudieran probar la filiación entre abuelxs y nietxs, sin tener la información genética de los padres, que estaban desaparecidos.

Fue este médico junto con Mary Claire King y el doctor Cristian Orrego, entre muchos otrxs científicxs comprometidxs, quienes conformaron un equipo para investigar cómo se podía adaptar el índice de paternidad a un índice de abuelidad.

Y el desafío tuvo sus resultados. Este equipo pudo establecer una fórmula capaz de arrojar una probabilidad de filiación abuela-nietx superior al 99,5%.

Desde ese hallazgo a la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos, el trabajo junto con el Equipo de Antropología Forense (EAAF), la CONADI, entre tantas y tantas iniciativas las Abuelas, no han hecho otra cosa que enseñarnos sobre las luchas, los sentidos de las luchas, el amor en las luchas, porque en estas luchas no hay más que amor, esperanza, ternura, rebeldía, revolución y resistencia.

Son, entonces, el camino. ¿Cómo no vamos a poder si ellas pudieron? ¿Cómo no pensar en ellas cuando todo se ve mal? ¿Cómo no continuar, si están ellas, siempre ellas, con sus nietxs recuperados, con la esperanza de encontrar a lxs que faltan, con la certeza de que estarán abrazándolas pronto?

Y pensando en ellas y en nosotrxs, lxs docentes, encontré esta hermosa reflexión de Carla Wainsztok:

Cuentan que Scherazade narra para no desesperar.

Cuentan que Ariana tira de un hilo y ese hilo no deshilacha el laberinto.

Entonces necesitamos de las memorias de las mariposas para no desesperar, para crear salidas a los laberintos y para dibujar pueblos.

Había una vez… los deseos de comunicar(nos), de dejar huellas, son inmemorables. Deseos y necesidades de producir signos, de perdurar en signos.

Pintadas y dibujos en cuevas y muros. Las primeras poéticas en una pared. Las poéticas luego fueron encerradas en nombre de la propiedad privada. La privada propiedad.

Y entonces aparecieron los “pelotones de fusilamiento”. Pero es ahí, por ahí, por lo que vamos creando, amando, resistiendo y reexistiendo por donde comienza la vuelta.

Navegar en las memorias para no naufragar. ¿Se pueden ocultar las memorias? ¿Por cuánto tiempo? ¿En dónde se ocultan? Las memorias huidizas ¿juegan a la escondida? Piedra libre para las memorias. Libres las memorias. Memorias libertarias. Memorias que levantan vuelos como mariposas. Las memorias de las mariposas. ¿De qué color son las memorias?

Inventar pasados, presentes y futuros. Inventariar las memorias, ficcionalizar las genealogías. Escribir en el suelo, en el sur. Escribir en el cielo. Entre el suelo y el cielo están los deseos, nuestros deseos, están los anhelos, nuestros anhelos. Escribir para levantar vuelo junto a las mariposas. Escribir es otro modo de levantar vuelo.

Volar para no desesperar, volar para salir del laberinto. Volar para volver.

“De todo laberinto se sale por arriba”, talló en algún muro un escritor del Sur.

 

Y pienso…

 

Cuando educo no solo veo al niñx que tengo enfrente sino al ciudadanx que será, el que quisiera que sea: sensible, justx, empáticx, solidarix, luchadxr, rebelde, conquistadxr y protectxr de derechos propios, defensxr de los derechos de todxs, segurx, confiable, honestx...

Es una gran pelea en este contexto de gobernantes insensibles, destructores de lo público, odiadores seriales de lxs traajadorxs y de las infancias, incapaces de ver –ni mucho menos sentir– lo que no se ajusta a su élite, para quienes los derechos sobran y son un negocio. Sin embargo, decido resistir con otrxs muchxs como yo. Seguiré educando infancias intentando que sean felices; porque la escuela pública a la que pertenezco, mi territorio, es el pequeño Estado para lxs niñxs; la escuela pública en donde no me caí, la elegí y me abrazó.

Y justo cuando estoy terminando de escribir este texto, este encuentro de palabras escritas con ustedes, encontramos a la NIETA 129 y no puedo dejar de pensar y sonreir, porque ellas provocan esas emociones, esos sentires. ¡¡¡¡BIENVENIDA, TE ESTÁBAMOS ESPERANDO!!!!!!

Referencias bibliográficas

Convención sobre los Derechos del Niño, Naciones Unidas (1989).

Corte Interamericana de Derechos Humanos (2002). Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión consultiva 28 de agosto de 2002. Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/seriea_17_esp.pdf [Consulta: 01/08/18].

Dussel, I. y A. Pereyra (2006). Notas sobre la transmisión escolar del pasado reciente en la Argentina. Buenos Aires, Flacso.

Guelerman, S. (comp.) (2001). Memorias en presente. Identidad y transmisión en la Argentina posgenocidio. Buenos Aires, Norma.

Jelim, E. (2002). Los trabajos de la memoria. Buenos Aires-Madrid, Siglo XXI.

Noticias de América Latina y el Caribe, N° 2079,  19 de agosto de 2014. Disponible en: http://www.nodal.am

¿Quién soy yo? Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación, 2010, Primera edición. Disponible en: https://www.abuelas.org.ar/archivos/archivoGaleria/QuienSoy.pdf

Wainsztok, C. (2018). Publicación en su muro en Facebook del 10 de diciembre de 2018. Disponible en: https://www.facebook.com/carla.wainsztok/posts/2170190359710818 [Consulta: 12/12/18].

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