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XXIV Congreso Pedagógico 2019 

EDUCACIÓN PÚBLICA EN LUCHA
LECTURAS Y REGISTROS PARA LA CONVIVENCIA CIUDADANA

Ponente: Marisa Beatriz Díaz

Título: La huerta escolar. La realidad, la necesidad

 

Palabras clave: Educación primaria. Adultos y adolescentes. Terminalidad. Huerta comunitaria.

Introducción

En nuestro país a partir del año 2016 comenzó un tiempo de ajuste que se

intensificó en los años siguientes. La sociedad en su conjunto sufrió estas

políticas y se modificó la calidad de vida de las personas. Los estudiantes

adultos fueron afectados directamente; entre ellos, muchos estudiantes de

la modalidad EDJA, población educativa con inestabilidad histórica de asistencia

a clase, tanto es así, que muchos dilatan la acreditación de sus certificados de

terminación de la Educación Primaria por cuestiones laborales y familiares.

Teniendo en cuenta esta realidad, presumimos que iba a ser un ciclo escolar

irregular con respecto a la matrícula. Llevamos a cabo acuerdos y dispositivos

de comunicación entre la escuela y los estudiantes para evitar la deserción y

articular la educación permanente. Se hizo hincapié en este aspecto, puesto

que la matrícula comenzó a descender a pocos días de iniciadas las clases.

Nos resultaba evidente que las causas o justificaciones estaban dadas por

cuestiones referidas a sus actividades laborales, necesidad vital y básica para

sostener a sus familias. Esas actividades laborales son informales, precarizadas,

donde desarrollan jornadas que exceden las ocho horas laborales y no están

bien remuneradas. La modalidad de adultos y adolescentes es muy sensible a

las situaciones sociales y sobre todo a las económicas.

La situación se convirtió en un desafío y una mirada de resistencia a la realidad, así que pensamos entre maestros y estudiantes en organizar las posibilidades de concurrencia a clase, con una comunicación fluida que permitiera acuerdos. El entusiasmo de realizar el proyecto de la huerta en la escuela fue importante, porque necesariamente se enfocó en la participación de todos los actores de la comunidad escolar.

Nuestra escuela es la Nº 4, DE 7, se encuentra ubicada en plena ciudad, en el barrio de Caballito, sobre la avenida Rivadavia y con múltiples servicios de transporte público (líneas de colectivos, subte, ferrocarril) que facilitan el acceso a nuestro alumnado, convirtiéndose en un lugar de tránsito luego de sus tareas laborales y posterior retorno a sus hogares.

Nuestro inicio

Para dar los primeros pasos se indagó sobre los conocimientos previos de los estudiantes. Nos sorprendió que algunos de ellos, nacidos en zonas rurales, contaban con certezas sobre el tema, se observaron en su mayoría conocimientos básicos del uso de la tierra para sembrar distintos frutos y verduras. Fue gratificante observar el entusiasmo generado al comentar sobre sus infancias en el campo y la memoria de la niñez. Mery nació en Paraguay; hoy, con 59 años, se mostró muy feliz y enfatizó entre risas y lágrimas de emoción “Es como volver a mi pueblo, volver a ser niña”. Teniendo en cuenta todos los comentarios se orientó el foco de la huerta con posibilidades de diseñar espacios viables, como también métodos convencionales para llevarla a cabo.

Primera etapa

Se buscó darle forma al proyecto, reunir información seleccionando los recursos materiales y humanos prioritarios para darle fundamentación y consistencia a los objetivos. Esa información se recopiló y enmarcó en textos para todos. Se confeccionó un cuadro guía pegado en un extremo del pizarrón. Allí se plasmaron los recursos materiales, humanos, el espacio a trabajar, el riego y rotación de las cajas de madera y los almácigos. Se anotaron los posibles sistemas de siembra, el uso de la tierra y recipientes convenientes a los espacios con que se contaba y de este modo surgió la importancia de crear una compostera.

Esta selección debía incluir contenidos infaltables que se desarrollaron con equipos de trabajo entre los maestros de segundo y tercer ciclo, ajustando una caja horaria permanente y anual para darle una estructura al proyecto. Con el grupo acordamos crear un referente profesor y otro alumno para transmitir detalles y facilitar el seguimiento del proyecto. Este rol de referente se fue modificando para posibilitar la democratización de la participación y el compromiso de toda la comunidad educativa.

En cuanto a la producción de la huerta, los estudiantes seleccionaron espacios convenientes para los cultivos, debatieron y finalmente decidieron desarrollarlo en el balcón terraza ubicado en el primer piso, ya que permite el acceso a toda la comunidad educativa, además de contar con luz solar permanente según el devenir de las estaciones del año.

Por otra parte, los estudiantes resaltaron la necesidad de conocer con detalle la distribución de las semillas en la siembra directa, registramos en el pizarrón las acordes, votaron y utlizaron los métodos al voleo, en surcos o chorrillo y golpes o espaciados. Expresaron sentirse muy a gusto al estar en contacto permanente con la tierra y estar seguros en la puesta en acción de los diferentes métodos antes mencionados.

Una instancia más que relevante fue orientar hacia la recopilación de información sobre datos fácticos de las estaciones para la correcta siembra. Destacamos la información en un afiche para que todos lo pudieran observar como “ayuda memoria”.

Otro acuerdo grupal fue el lugar donde compostar, se seleccionó una compostera de acumulación ya que el método se lo consideró como el más sencillo.

Desarrollo del proyecto

El proyecto se puso en marcha acordando la visita del ingeniero agrónomo

Eduardo González, actual profesor de la Universidad de Morón, quien nos acercó

una mirada desde su disciplina. Observamos videos de estudiantes suyos que

llevaron a cabo la experiencia de la huerta. Fue una herramienta de aprendizaje

del autocultivo y con una mirada social. Se proyectaron varios videos con distintos

métodos y espacios de cultivo. Estos encuentros favorecieron el afianzamiento

del grupo y la predisposición colectiva.

Este proyecto abrió un nuevo abanico de alternativas y opciones. Los estudiantes

fueron protagonistas de este primer espacio, ellos emprendieron la selección de

material teórico y recursos materiales. Por parte de los profesores nos dedicamos

a articular y profundizar contenidos desde el Diseño Curricular vigente del adulto

y adolescente. Esta experiencia nos permitió abordar y tener en cuenta las

trayectorias escolares.

El proyecto demandó organizarse en equipos de trabajo, como para fomentar la

comunicación y valorar las ideas previas de los estudiantes. También se vinculó

estos espacios para la socialización, difusión y guía de los nuevos conocimientos tanto para el aprovechamiento del suelo, del agua y otros recursos. Los alumnos crearon guías para realizar un seguimiento de los cultivos y promocionar el consumo responsable, este material se publicó en carteleras visibles de la escuela para difundir el trabajo realizado. El proyecto se convirtió en un lugar de reunión, donde los alumnos contaron sus saberes previos, sobre todo los transitados en la niñez y comenzaron a construir nuevas experiencias.

 

Aquí comenzamos con la parte meramente práctica rotulando las cajas para almácigas, confeccionadas con cajas de leche que son descartadas por el turno diurno de niñas y niños. Se consiguieron cajones de manzanas y bolsas de residuos para colocarlas de base. Los estudiantes mezclaron la tierra con abono “lombricompuesto”; se sembró caléndula, arvejas, habas, acelgas, espinaca, repollo y lechuga.

Semana tras semana,  se fue observando el crecimiento de las semillas, también se registró que algunos, desafortunadamente, no prosperaron según las expectativas. Esta situación los colocó en un estado de conflicto, se abrieron espacios en la clase en el cual fue necesario recurrir a nuevas técnicas; entre ellas, el debate central fue mejorar la calidad y frecuencia del riego. Insistimos con el trabajo colectivo, la asistencia a clases y el sentido solidario para evitar el desánimo y superar los obstáculos que se fueron encontrando. Para ello, la semana posterior al acuerdo sobre el riego, se organizaron grillas en las cuales surgieron nuevas propuestas para aprovechamiento y crecimiento de los cultivos: recambio y rotación del uso adecuado de la tierra, la mejora del riego y los beneficios de la luz solar, la eliminación de plagas sin el uso de agroquímicos sino con el método del agua jabonosa; estos fueron nuevos cimientos para mejorar la tarea. Todos estos conceptos se vieron vinculados con logros referidos específicamente al cuidado del medio ambiente.

La tarea, sumado al mantenimiento del espacio, aportó acuerdos de un nuevo plan de trabajo, entre otros sobre mantenimiento, limpieza, cuidado y sobre todo constancia grupal e individual. Así fue como todas las tardes, antes de ingresar a clase los estudiantes referentes debían observar y cuidar los cultivos. Antes de finalizar cada clase se organizaron espacios breves para comentar los nuevos cambios. Se crearon hábitos de compromiso y el protagonismo de quienes voluntariamente pasaron por el rol de referente de la huerta.

En el receso, pudimos contar con el cuidado de los cultivos a cargo del señor Oscar, casero de la escuela, quién estuvo muy comprometido con el proyecto, contó su testimonio de vida y experiencia en la huerta, ya que de niño vivió en el campo y recordaba con cariño la huerta de su hogar. Por tal motivo, al retornar del receso de invierno, se mostró a la comunidad educativa los nuevos progresos y se destacó el cuidado de Oscar.

Decidimos comprometernos con un nuevo desafío: agregar a la huerta otros cultivos que fueron propios de la estación invernal. Se seleccionaron nuevas semillas prósperas que se cultivan en esta estación, se cultivaron: perejil, zanahoria, repollo, brócoli, rabanitos, puerro, ajo, entre otros. Y en ese contexto, cabe resaltar que fue un trabajo exhaustivo observar la evolución. En esta etapa se rotaron a los referentes de huerta quienes tuvieron la responsabilidad de seguir el proceso de observación y ser los nuevos multiplicadores de la inmediata información. Aunque se mostraron, al principio, un poco inseguros para difundir la información, hubo que trabajar la idea del debate y el intercambio de opiniones. Creemos que al alumno adulto por su trayectoria en la vida, le cuesta aceptar el error o quedar en evidencia. Por tal motivo, en otras instancias se trabajó la democratización de la palabra y el valor de las ideas personales.

En las clases se observó y se planteó agregar al proyecto el cultivo de las

aromáticas, allí de nuevo surgieron espacios de búsqueda de información.

Seleccionaron aquellas que contienen beneficios naturales repelentes, entre

ellas se contó con la siembra de romero, menta y ruda. Trabajaron nuevamente

en almácigos, juntando recipientes descartables. Aprovechando estos intereses

se articularon con contenidos de Ciencias Naturales sobre el funcionamiento del

sistema digestivo Surgió como contenido nodal las propiedades digestivas,

la alimentación saludable y allí el interés por las propiedades de los cultivos

aromáticos.

Fueron clases enriquecedoras escuchando los relatos orales de los distintos

estudiantes cuando fueron recordando con cariño y nostalgia los beneficios de

algunas aromáticas. Por ejemplo, la alumna Silvia, de 63 años, nació y vivió hasta

hace unos pocos años en República Dominicana, ella comentó, dotada de una

gran simpatía, que se utiliza en su país el ajenjo como antiparasitario. Así surgieron

entre risas de complicidad distintas formas de curar las enfermedades caseras

con plantas.

 

En las clases posteriores los estudiantes fueron construyendo nuevos focos de lectura, se sintieron interpelados por conocer cómo habían sido los cultivos y la subsistencia de las personas a través de la historia de la humanidad. Fue muy provechoso trabajar conceptos tales como nómades y sedentarios. Relacionar los pueblos originarios de América Latina como los grandes productores y sabios conocedores de la madre Tierra. Fueron clases muy especiales y enriquecedoras, con muchos intercambios orales, puesto que los alumnos, en su gran mayoría, provienen de pueblos hermanos y limítrofes de la Argentina, todos tuvieron la palabra para realizar comentarios.

Al proseguir las clases se resaltó la transversalidad de los contenidos tales como la evolución de la humanidad, los recursos para la subsistencia, métodos de viviendas, el cambio de hábitos nómades a sedentarios, las conveniencias climáticas y las posibilidades del suelo y el territorio, como así también se profundizaron contenidos de geografía a través de la utilización de mapas y de globo terráqueo.

 

Por tal motivo, el recorrido de los contenidos se fue eligiendo en el proceso de las planificaciones. Los alumnos recorrieron contenidos a través de la selección de materiales tales como la recolección de comestibles de origen vegetal que crecían de manera espontánea en la naturaleza y en la obtención de alimentos de origen animal a través de la caza, la pesca y otras técnicas. A partir de videos se observó el desarrollo del cultivo de cereales en la evolución humana que marcó el origen del desarrollo de la vida sedentaria de los seres humanos, el surgimiento de los primeros pueblos y la independencia de los obstáculos que la naturaleza le imponía a la obtención de alimentos por las estaciones, el clima, las distintas épocas de cosecha, problemas de almacenamiento de alimentos, etc. y conceptualizaron  la importancia de los cereales que se pueden almacenar para ser consumidos a través del tiempo.

 

Estos contenidos nodales se construyeron en cuadros sinópticos, se caracterizó en el gabinete de informática de la escuela con el acompañamiento del profesor y maestras de multiciclo. Los temas centrales que se describieron en el informe se refirieron a agricultura intensiva, sembrar en poco espacio y con escasos recursos, pero gran cantidad de mano de obra. Se encuadró el trabajo organizando un video con imágenes y epígrafes sobre la importancia de espacios en relación a los tipos y técnicas de cultivo, tanto en cajones de manzana como en almácigos. Fue de relevancia marcar la disponibilidad del agua, el abono, el clima, etc. del cultivo intensivo.

 

Lo mencionado se construyó para realizar una charla-taller en los distintos cursos como modalidad “La huerta itinerante”. Estos encuentros se realizaron a partir de la proyección del video creado en informática y la muestra de los cultivos en almácigos recorriendo las aulas, contando las experiencias y los saberes. Posteriormente en talleres de debate se recopiló lo vivenciado en los salones de los cursos.

Llegando al final del ciclo se amplió el proyecto a HUERTA COMUNITARIA que apuntó a animarse al autoabastecimiento de las familias, a partir de la producción de verduras, legumbres y hortalizas, marcando la idea de resistencia económica a la realidad del país.

Conclusiones

La huerta comunitaria surgió con el propósito de poner la mirada en la realidad social que actualmente atraviesa la Argentina. La mayoría de los estudiantes de la comunidad educativa se encuentran con muchas dificultades económicas, están desocupados, poseen empleos precarios y / o cuentan con planes sociales. Las necesidades básicas se han visto afectadas, por tal motivo los estudiantes comenzaron a llevarse sus cosechas y compartirlas con sus familias.

Este punto fue esencial para abrir el proyecto a otra instancia: varios estudiantes decidieron con los aprendizajes obtenidos en el ámbito escolar, trasladarlo al desarrollo de las huertas familiares, para ello se proveyó de semillas donadas por el INTI.

Los docentes trabajando desde la Educación Popular fundamentaron que la participación activa de este proyecto hace situar a los estudiantes en multiplicadores de conocimientos, ya que las huertas comunitarias significan la construcción de espacios concretos de formación, capacitación y trabajo, que fortalecen redes comunitarias escuela-familia y promueven la autonomía.

El aprendizaje compartido, con una lectura grupal, en un hacer común, pudo contribuir a reforzar y mejorar vínculos, dándole un marco de contención y afianzamiento de contenidos.

La conclusión de esta experiencia consistió esencialmente en transformar los espacios estáticos para darle lugar al proceso de enseñanza-aprendizaje dinámico y lúdico con la acción puesta en el compromiso personal y compartido. El proyecto se desarrolló en un clima de recreación tendiendo a que la labor se realizara de manera gratificante y formativa. Pudieron afianzar tanto el rol del referente de la huerta, como el grupo de trabajo, dándole reconocimientos al seguimiento y la recopilación de datos, como así también a los espacios de observación, prácticos y de registro. La idea es continuar en el ciclo 2020, con el acompañamiento de la referente de “espacios verdes” de Huertas escolares Prof. Lorena Pasarelli.

Por último, y desde la mirada de los derechos humanos, se orientó a la necesidad de todos los involucrados a reconocerse como sujetos activos, con voz propia, con opiniones, con una identidad en construcción. En este espacio pudieron expresarse y aprender, a su vez, el trabajo en la huerta, lo que implicó proyectarse en un tiempo presente. En una época atravesada por la inmediatez y la ausencia de perspectivas, apoyar a los estudiantes y a sus familias para que construyan un proyecto como el de la huerta, implicó apostar al presente y a un porvenir posible. Esta actividad en sí misma, creó un espacio compartido de intercambio de experiencias y saberes donde pudieron valorar el trabajo y la ayuda mutua. Estimulamos la autoestima, la responsabilidad y el respeto por el otro, dándole relevancia al trabajo grupal y comunitario.

En la semana de adulto regalaron souvenires, pequeños maceteros con plantas aromáticas intervenidos con fundas de crochet.  Ellos a través de un video proyectado en la fachada de la escuela sobre Av. Rivadavia mostraron el proceso de construcción y evolución de la huerta. Fue muy gratificante el recorrido del proyecto que se convirtió en un desafío para profundizar y promover nuevas expectativas.

Esta es una instancia de educación formal muy significativa, fue la nueva pedagogía, que surgió de la necesidad de orientar la educación dentro del contexto social y en la realidad ecológica y cultural donde se situaron como sujetos y actores del proceso educativo. Como dice Paulo Freire, “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”.  

Bibliografía

Diseño Curricular del Adulto y adolescente CABA, 2019

https://www.buenosaires.gob.ar/vicejefatura/desarrollosaludable/talleres-de-huerta

Cuadernillos de Terminalidad nivel 1º y 2º

Cuadernillo de apoyo del Plan Fines 1, 2 y 3.

https://www.buenosaires.gob.ar/educacion/docentes/curriculum/educacion-de-adultos-y-adolescentes/propuestas-de-trabajo-para

https://www.buenosaires.gob.ar/educacion/docentes/curriculum/educacion-de-adultos-y-adolescentes

https://www.planetahuerto.es/revista/historia-y-evolucion-de-los-huertos-urbanos_00148

http://www.fao.org/3/y5112s/y5112s04.htm

Cuadernillo de apoyo de Ciencias Naturales

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