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XXV Congreso Pedagógico 2020
EDUCACIÓN PÚBLICA, REINVENTAR PEDAGOGIAS
COMUNIDADES, MEMORIAS Y SOLIDARIDADES EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Ponente: Javier Osvaldo Mazzocoli [1]
Título: Clases en pandemia. Educación virtual e iniciación musical instrumental
Palabras clave: Neoliberalismo. Desescolarización. Educación a distancia. Iniciación instrumental.
Introducción
Si bien la educación a distancia es una modalidad que, mediante distintos formatos, tiene muchos años de existencia, no cabe duda de que a partir de la invención y masificación de internet y de dispositivos, aplicaciones y comunicaciones digitales, ha tenido un desarrollo exponencial tanto en cantidad como en calidad. Pero ese desarrollo, que ha servido para ampliar las oportunidades de capacitación, también ha sido utilizado por el pensamiento neoliberal, como una oportunidad para fomentar negocios y procesos de desescolarización con paquetes de conocimientos prediseñados y facilitadores en vez docentes.
La suspensión de clases presenciales a consecuencia de la pandemia ha dejado al desnudo que en ciertos niveles y modalidades la educación a distancia no puede sustituir en calidad y profundidad a la educación presencial, y esto más allá de que, producto del vaciamiento educativo llevado a cabo por los gobiernos neoliberales, podríamos pensar más en una educación de emergencia que en una verdadera educación a distancia.
Creemos que en las materias artísticas las falencias se potencian, y más aún en lo que se refiere a las primeras etapas de iniciación instrumental, a pesar de la enorme cantidad de recursos digitales disponibles. No obstante, todas estas herramientas sí podrían convertirse en un futuro, en el que recuperemos la presencialidad, en poderosas aliadas que puedan complementarla y mejorarla.
Educación a distancia
La educación a distancia no es una modalidad nueva, el primer registro que se tiene data de 1728 y es un anuncio en un periódico de Boston en donde el profesor de caligrafía Caleb Phillips ofrecía cursos por correspondencia mediante lecciones semanales. Tiempo más tarde, a mediados del siglo XIX en Europa, el inglés Isaac Pitman o Charles Toussaint y Gustav Langenscheidt ofrecen cursos de taquigrafía el primero y de idiomas los segundos. De carácter más institucional resulta la iniciativa de 1858 de la Universidad de Londres que ofrecía títulos de educación a distancia mediante un Programa Externo. A partir de estas primeras experiencias y con los nuevos inventos como el telégrafo, el teléfono, la televisión, los discos, los casetes, etc., la educación a distancia continuó propagándose y difundiéndose mundialmente sin interrupción.
Pero será a partir de la invención y expansión de internet, de la masificación de dispositivos digitales, de la creación de innumerables programas y aplicaciones y del desarrollo de campus virtuales que permiten la producción, intercambio y difusión de casi cualquier formato de tipo comunicativo por medio de la digitalización del mismo, cuando la educación a distancia ha tenido un desarrollo exponencial y un continuo crecimiento y se ha convertido, en la época de la formación permanente, en una opción a la que recurre cada vez con mayor frecuencia y asiduidad una proporción cada vez más importante de la población que ve en ella una gran oportunidad para poder estudiar.
¿Educación a distancia o intento de dominar y oportunidad de negocios?
Este enorme desarrollo, que ha permitido a muchas personas de diferentes edades acceder a una amplia variedad de propuestas educativas que van desde cursos de tan solo unas pocas clases a carreras universitarias de posgrado, a las cuales de otra forma quizás no hubiesen podido acceder por cuestiones diversas como tiempo, trabajo, etc., también ha querido ser utilizado por el neoliberalismo como la mejor oportunidad para intentar, por un lado controlar y monopolizar una currícula y la educación toda, y por el otro convertir a la educación a distancia en jugosos negocios.
Mediante el desprestigio sistemático y masivo de la educación pública a la cual históricamente acusan de falta de calidad y eficiencia (términos absolutamente mercantilistas y ya esgrimidos a comienzos del siglo pasado por Bobbit y de allí en adelante por toda una legión de teóricos tecnocráticos que llega hasta nuestros días) el neoliberalismo trató y trata de imponer una cultura universalizada con una currícula sistémica diseñada por técnicos supuestamente especializados en instancias superiores que relegan la figura del maestro docente a un papel de simple operario aplicador al que solo le resta ejecutar esas temáticas preestablecidas mediante pedagogías preestablecidas. Tanto esta currícula como las formas pedagógicas se encuentran puntillosamente despolitizadas y desproblematizadas de tal forma que solo contengan conocimientos inertes; en tanto al maestro, despojado absolutamente de su profesionalismo, solo le resta aplicar y controlar el proceso. El objeto de todo esto es la formación de ciudadanos acorde a los intereses y necesidades del mercado, es decir trabajadores dóciles, sin espíritu crítico, despolitizados y consumistas compulsivos. “Las grandes corporaciones necesitan que la educación no sea humanística-moderna sino una mercancía. La OCDE, que es una organización que regula el comercio internacional controlada por las grandes potencias, quiere romper ese vínculo para debilitar el trabajo docente, el objetivo es erosionar al docente como transmisor de cultura” (Puiggros, 2016)
Mediante programas de formación docente patrocinados por multinacionales que muchas veces se ocultan bajo disfraces filantrópicos o el reemplazo liso y llano del maestro por un facilitador o acompañante, mediante plataformas de costo millonario que reducen el papel del profesional docente en un mero aplicador de contenidos curriculares prediseñados, mediante evaluaciones estandarizadas diseñadas para aplicar mundialmente sin tener en cuenta características situacionales como conocimientos previos de les alumnes, contexto social, económico y cultural, problemáticas específicas de cada país, etc, hasta llegar a la promoción, cada vez mayor, de sistemas como el Home Schooling, la avanzada neoliberal intenta posicionarse para dominar tanto la educación a distancia como las herramientas educativas tecnológicas. “El objetivo es que la gente aprenda sin docentes y sin escuelas. La neurociencia aplicada a la educación es una herramienta del mercado, porque la idea a instalar es que los docentes no valemos nada, que una computadora puede reemplazarnos” (Puiggrós, 2016)
La lucha en este campo también estará dada, entonces, en que nosotros, como profesionales docentes, podamos desarrollar nuestras pedagogías apoyadas por la tecnología acordes a nuestras realidades y necesidades y no que estas nos vengan ya impuestas. En palabras de Puiggrós: “Cuidemos el vínculo pedagógico y apropiémonos nosotros de la tecnología y no al revés” (Puiggrós, 2016).
¿Educación a distancia o de emergencia?
Ahora bien, por otro lado, el desarrollo efectivo de un proceso educativo a distancia requiere, como condición inicial, poseer los medios efectivos para realizarlo, es decir tanto una computadora como la conectividad necesaria. Además la educación a distancia también está diseñada desde un principio en un formato especial, es decir, existe un proyecto previo con propósitos, objetivos, contenidos, formatos, actividades, evaluación, etc. por el cual se planifica todo el proceso educativo, y también un campus o plataformas especiales donde se concentran todas las actividades correspondientes.
Ante esto, la pregunta es: ¿estamos verdaderamente ante un formato de educación a distancia o podemos emparentar más la situación actual a una educación de emergencia?
A nivel nacional el gobierno neoliberal de Macri y en la ciudad el de Rodríguez Larreta desmantelaron programas como conectar igualdad, suspendieron la entrega de dispositivos digitales a alumnos y docentes, multiplicaron exponencialmente el costo de los servicios de conectividad a internet, solo por nombrar algún ejemplo del proceso sistemático de vaciamiento educativo que llevaron a cabo durante los cuatro años de sus gobiernos. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, el distrito más rico del país, se discontinuó en 2016 la entrega de dispositivos del llamado Plan Sarmiento, de manera que al día de hoy, en el nivel primario, les alumnes de 1ro a 4to grado de las escuelas públicas no cuentan con computadoras salvo que algune se la haya podido comprar o utilice alguna familiar, y les úniques que poseerían netbook serían les alumnes de 5to a 7mo grado, suponiendo que después de 5 años todavía funcionen en forma medianamente aceptable. “Desde hace cuatro o cinco años, en concordancia con el vaciamiento del programa Conectar Igualdad de alcance nacional, en la Ciudad de Buenos Aires asistimos a un severo recorte en tecnología educativa…” (Fratta, 2020).
Las consecuencias de esto fueron que, al llegar la pandemia y el consecuente cierre de los edificios escolares, enormes cantidades de alumnes carecían de conectividad, de dispositivos, o poseían dispositivos obsoletos. En muchos casos solo disponían de un celular de varios años de antigüedad, poca cantidad de datos, y de uso compartido por varios hermanos. Según Gabriela Diker, secretaria de Evaluación e Información Educativa “Hoy el 45 % de los hogares no tiene computadoras” (Diker, 2020)
Pero a pesar del cierre repentino que no dio tiempo a diseñar un proyecto y a pesar de la falta de la indispensable tecnología, la docencia argentina, muchas veces vituperada y desmerecida, ha sabido adaptar en tiempo record cientos y miles de estrategias didáctico - pedagógicas a través de todos los medios disponibles, explorando nuevas herramientas digitales, reinventando pedagogías para adaptarlas a la virtualidad, descubriendo falencias y problemáticas, reorganizando materiales, intercambiando ideas, trabajando en forma colaborativa y respondiendo a todas y cada una de las necesidades particulares. Según Gabriela Diker, a pesar de la sorpresividad y de todas las problemáticas “una evaluación a nivel nacional mostró que a las dos semanas de la suspensión de las clases el 80% de las escuelas había podido readecuar sus propuestas de trabajo a la distancia” (Diker, 2020)
En una de las escuelas en las que trabajo, por ejemplo, cuando pudimos detectar que muches alumnes no podían acceder a trabajar con el blog por no contar con computadoras y conectividad pertinente, se comenzaron a diseñar las actividades en tres formatos: una para el blog, otra para Whatsapp para ser pasada con la menor cantidad de datos posibles (solamente una foto o un audio), y una tercera en papel que luego se fotocopiaba y se distribuía junto a las entregas de alimento.
Sin embargo, y a pesar de todo el esfuerzo y la buena voluntad del plantel docente, en la mayoría de las clases sincrónicas por zoom, por ejemplo, solo se encuentra conectado alrededor de un tercio de les alumnes del grado, esto es producto directo de la aplicación de las políticas de vaciamiento antes mencionadas cuyas consecuencias son el enorme aumento de la brecha digital con la consiguiente desigualdad de oportunidades a nivel educativo. Como dice Fratta, hay “Familias de nuestros barrios populares que, o bien cuentan con alguna netbook de algún niño de 5to a 7mo grado, pero no tienen conectividad, o bien no tienen más que uno o dos celulares por familia, a los que con mucho esfuerzo le cargan datos que son consumidos velozmente…” (Fratta, 2020).
Habilidades claves para el aprendizaje digital y para la educación a distancia
Por otra parte, tanto las habilidades necesarias para desarrollar aprendizajes con el uso de medios informáticos como las necesarias para poder cursar a distancia distan mucho de ser adquiridas naturalmente.
Con respecto a las primeras, es decir las habilidades necesarias para el aprendizaje mediante herramientas y dispositivos digitales, solo por dar un pequeño ejemplo, en lo que respecta al uso y manejo de la información, las habilidades requeridas serían, para poder partir de una búsqueda de fuentes y llegar a un producto propio, un conjunto que implicaría desarrollar la capacidad de acceder a información de fuentes confiables, evaluar la veracidad y relevancia de la misma, organizarla, comparar variedad de fuentes, intercambiarla de ser necesario, sintetizarla, para llegar, por último a transformarla en un producto propio.
Todo este proceso, al que diversos autores han denominado “alfabetismo informacional” o resolución de problemas de la información, ha sido descripto como una habilidad cognitiva compleja puesto que implica diversas habilidades cognitivas y metacognitivas y porque conlleva bastante tiempo desarrollar (Brand-Gruwell, 2005). Es por esto que deben ser desarrolladas a través de procesos de enseñanza – aprendizaje, al igual que cualquier otro tipo de conocimiento, y por ende se debe contar con la guía de un docente.
Al respecto Fullan opina que las nuevas tecnologías por sí mismas no redundan en forma automática en mayores y mejores aprendizajes sino que son los docentes quienes a través del diseño de nuevos modelos didáctico-pedagógicos los fomentan y desarrollan. (Fullan, 2014). Por otra parte, algunos estudios están llegando a la conclusión de que los adolescentes son muy hábiles en el manejo de dispositivos digitales y de internet pero no tanto en las habilidades más avanzadas como las informacionales, comunicacionales o estratégicas, las cuales son producto de procesos formativos a largo plazo y esenciales en los procesos educativos (Van Dijk y Van Deursen, 2014)
Estos ejemplos, por un lado, ponen muy en tela de juicio la teoría de los nativos digitales, puesto que no serían automáticas las capacidades necesarias para el manejo informático por el solo hecho de pertenecer a esta generación y, a la vez, son un llamado de atención sobre el cuidado de atender al desarrollo efectivo de procesos educativos que promuevan esos aprendizajes y al papel insustituible del trabajo docente.
En segundo lugar, también podemos decir que, respecto a las habilidades necesarias para la educación a distancia, si bien la misma ofrece la libertad de manejar tiempos y otorga poder de decisión sobre los momentos en los que estudiar, demanda una alta dosis de autodisciplina para dedicar el tiempo necesario de estudio sin una guía constante del docente, capacidad de autoevaluación que permita saber qué hay que reforzar, saber cuándo pedir ayuda, cuando es necesario mayor esfuerzo, capacidad de autogestión para organizar tiempos y plan de estudios y por último responsabilidad puesto que deben cumplirse plazos y tareas en una forma mucho más independiente que en la modalidad presencial. Todas estas habilidades tampoco son automáticas y necesitan de tiempo, guía y supervisión pedagógica docente para desarrollarlas en el grueso de la población de alumnes.
Clases de iniciación musical instrumental en pandemia
Como dijimos anteriormente, si bien creemos que es probable que la educación a distancia por medios digitales promueva ciertas habilidades y aprendizajes, también creemos que muchos otros aprendizajes y habilidades son difíciles o imposibles de desarrollar por estos medios y que, por lo tanto, la educación presencial es insustituible, sobre todo a edades tempranas y en lo que respecta al aprendizaje que implique habilidades de carácter práctico.
Estas últimas dos características se dan en el proceso educativo necesario respecto a la iniciación instrumental; primeramente, son niñes pequeñes que desconocen el instrumento y, segundo, el aprendizaje del mismo requiere, entre otras cosas, del desarrollo de enormes dosis de habilidades de carácter práctico-motriz.
Normalmente son necesarias varias clases para el aprendizaje de cuestiones tales como posición del instrumento, de las manos, movimiento de manos y dedos en instrumentos de cuerda o teclado, posición de labios y flujo del aire en instrumentos de viento, solo por dar algunos ejemplos, y esto solo para que se pueda empezar a producir algunos pocos sonidos con el instrumento puesto que para la correcta ejecución del mismo se requiere de habilidades y destrezas que llevan años desarrollar y perfeccionar.
Por otra parte, también existen dificultades específicamente técnicas relativas al desarrollo tecnológico actual como la asincronía que no permite sincronizar exactamente la ejecución de dos instrumentistas en vivo, es decir que impide la ejecución a la vez del profesor y del alumno por más que la clase se esté desarrollando por medio de herramientas como Zoom, Meet, o videollamada. También la calidad sonora representa un obstáculo puesto que, si bien es relativamente buena y ha mejorado últimamente, no suplanta al sonido en vivo y por lo tanto existen muchas particularidades del mismo que no se alcanzan a distinguir. La coexistencia física de los sujetos, tanto profesor como alumnes, no puede ser sustituida por la visión mediada por foto, video o comunicación sincrónica puesto que estas formas no permiten muchas veces ver y corregir posiciones del cuerpo, de manos, de dedos o movimientos de los mismos, etc.
Es por esto que creemos que las dificultades producto de la no presencialidad se potencian en el caso que estamos tratando puesto que a todas las complicaciones anteriores se le suman otras específicas, producto de las características especiales del campo, y esto a pesar de que las herramientas informáticas disponibles son muchas, continúan multiplicándose y perfeccionándose constantemente, permitiendo una comunicación variada en formatos, de calidad medianamente buena y de gran fluidez.
Metodología de trabajo
El proyecto de iniciación y educación instrumental a distancia se llevó a cabo en una de las cátedras de guitarra de la escuela de música numero 9 distrito escolar 15, y estuvo dirigido a alumnes del instrumento con edades que oscilan entre los 7 y 14 años, sus niveles de conocimiento con respecto al instrumento también son diferentes, existiendo grupos que recién están comenzando y otros que ya vienen trabajando desde hace varios años.
Se trabajó por intermedio de un whatsapp perteneciente a madre, padre o adulto responsable, por medio del cual se enviaban y recibían partituras en formato pdf o foto, ya sea para empezar una obra nueva, o editados digitalmente con correcciones y/o indicaciones en una obra ya empezada; también archivos de audio del profesor hacia los alumnos para que obren como guía de estudio; esto tenía la ventaja de que permitía al alumne tener esa guía en forma permanente y escucharla y utilizarla las veces que lo necesitara. Una vez estudiado, el alumne devolvía su música por medio de un archivo en video o de audio para ser escuchado y corregido; también se enviaban archivos de audio con consultas de los alumnos o con explicaciones del profesor y con felicitaciones y palabras de aliento al trabajo realizado más allá de la exactitud del mismo, puesto que, dada la situación, se privilegió la continuidad pedagógica por sobre la exactitud musical; videos preferentemente del profesor con explicaciones y correcciones ya sea de cuestiones musicales o técnicas; clases sincrónicas individuales por medio de zoom o video llamada, o también, en algunos casos, llamadas de voz para cuestiones específicas. Todas estas herramientas se iban utilizando de acuerdo a las particularidades de cada situación intentando optimizar la comunicación y a la vez no saturar y superponer recursos.
Se realizaron también reuniones grupales por zoom de tipo audición donde cada alumno o alumna compartía con los demás una o dos obras que elegía de entre las hechas durante el período. El objetivo era sociabilizar y fortalecer la habilidad necesaria para tocar frente a público.
Conclusiones finales
En primer lugar se debe destacar que la zona en que se encuentra radicada la escuela de música es de características socioeconómicas de clase media, lo cual facilitó por un lado que les niñes poseyeran tanto sus propios instrumentos como los dispositivos digitales como computadoras y celulares en buen estado y por otro, una muy buena conectividad, necesaria tanto para poder realizar encuentros sincrónicos como para recibir y enviar archivos de gran peso como videos; además de poder sostener en el tiempo un intercambio muy fluido.
Pero si bien en un primer momento la mayoría de les niñes se adaptaron al trabajo a distancia y pudieron seguir la nueva dinámica que tomaron las clases, con el correr del tiempo se comenzó a notar que a algunes, por diferentes motivos, les costaba mantener la regularidad semanal de cursada, por lo cual se decidió con el acuerdo del mayor a cargo, no presionarles, dejarlos que encontraran sus propios tiempos y privilegiar el sostenimiento del vínculo pedagógico.
También disminuyó la cantidad de ejercicios y obras realizadas en comparación con las épocas de cursada presencial, primeramente por el motivo anterior, pero no menos importante es el hecho de que correcciones que normalmente llevan algunos minutos estando en el aula, a la distancia multiplican varias veces el tiempo necesario para llevarlas a cabo.
Por último, muchas cuestiones que tienen que ver tanto con la técnica instrumental como así también cuestiones relacionadas a la interpretación más refinada de las obras musicales, se vieron muy afectadas tanto por cuestiones relacionadas a las falencias de la tecnología como también otras de carácter pedagógico, puesto que desde este aspecto se decidió privilegiar siempre el mantenimiento del vínculo y la continuidad pedagógica por sobre la exactitud y puntillosidad musical.
Pero a pesar de que, como venimos sosteniendo, consideramos que en general la educación a distancia no puede suplantar a la educación presencial, que además la situación educacional actual difícilmente pueda considerarse una educación a distancia propiamente dicha sino que se asemeja más a una educación con carácter de emergencia, y que las dificultades se potencian al tratarse de campos del conocimiento en donde el conocimiento práctico es de importancia vital, esto no significa que en nuestra evaluación final no podamos rescatar también algunos aspectos positivos.
En primer lugar la situación obligó a dinamizar el descubrimiento y uso pedagógico de innumerables herramientas digitales que podrán servir, cuando recobremos la presencialidad en un futuro esperemos no muy lejano, para renovar, fortalecer, diversificar y enriquecer las estrategias didáctico-pedagógicas y convertirse en poderosos aliados.
En segundo lugar, como dijimos anteriormente, el altísimo grado de profesionalismo, capacidad y compromiso de la docencia argentina que ha podido sostener el vínculo y la continuidad pedagógica sobreponiéndose a cientos de dificultades, algunas producto de la pandemia pero otras muchas producto del desfinanciamiento y el intento sistemático de destrucción de la escuela pública producido por los gobiernos de corte neoliberal que, al discontinuar cantidad de programas tendientes a subsanar la brecha digital, trajeron como consecuencia que al momento de la suspensión no se contaran con los recursos necesarios en cantidad suficiente y que, pese a los enormes esfuerzos del actual gobierno nacional para retomarlos, no pudieron subsanarse aún hoy.
En tercer lugar, la pandemia ha dejado al descubierto las falencias del discurso neoliberal sobre la caducidad de la escuela. Según Ainara Zubillaga, “El discurso impulsado por diversos sectores sobre la desaparición de la escuela como institución, sobre la facilidad de sustituirla, la pandemia ha dejado al descubierto que la escuela no es sustituible de ninguna manera y que las que tienen varias limitaciones son las tecnologías si bien también es cierto que han prestado un gran servicio al permitir reducir el impacto de la perdida de aprendizajes” (Zubillaga, 2020) Para Zubillaga, hay innumerables aprendizajes que no se pueden realizar por medio de una pantalla principalmente en les mas pequeñes puesto que se aprende experimentando, tocando, entrando en conflicto o socializando con el otro… en el mismo sentido Ruiz nos dice que “La escuela produce en su realidad un formato de filiación social y cultural que no se puede espejar en lo virtual” y continúa “Esta actual desescolarización obligada de la sociedad no hace más que poner de relieve el papel central de la escuela, la necesidad que tienen niños, niñas, adolescentes y adultos de formarse con otros…” (Ruiz, 2020).
Por último, también ha quedado al descubierto una segunda falacia del discurso neoliberal sobre el fácil reemplazo del docente por medio de sistemas de autoaprendizaje o figuras como la del facilitador. Según Diker “Hasta hace tan solo dos años, en cursos oficiales de formación docente, los autodenominados neuroeducadores sostenían que la enseñanza era una cosa del pasado, que el docente ya no es necesarie y que basta tan solo un tutorial de You Tube para aprender algo” (Diker, 2020). La pandemia ha dado por tierra con este discurso y ha dejado en claro que la figura del docente en tanto profesional especializado en educación es irremplazable en los procesos de enseñanza-aprendizaje, sean estos presenciales o a distancia, porque nosotres no somos meros transmisores de conocimiento, nosotres educamos.
Referencias bibliográficas
-Brand-Gruwell, S. (2005). Information problem solving by experts and novices: Analysis of a complex cognitive skill. Computers in Human Behavior.
-Diker, Romano, Zubillaga: Entrevista programa Periscopio de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Disponible en https://ar.radiocut.fm/audiocut/periscopio-escuela-y-pandemia-gabriela-diker-escuela-es-irremplazable/
-Fratta, B. (2020). “La deuda digital en educación”. Disponible en https://ute.org.ar/la-deuda-digital-en-educacion/
-Fullan, M. y Langworthy, M. (2014). A Rich Seam How New Pedagogies Find Deep Learning.
-Puiggrós, A. (2016). “El objetivo del neoliberalismo es que la gente aprenda sin docentes y sin escuelas”, Facultad de Filosofía y Humanidades Universidad Nacional de Córdoba. Disponible en https://ffyh.unc.edu.ar/noticias/08/2016/el-objetivo-del-neoliberalismo-es-que-la-gente-aprenda-sin-docentes-y-sin-escuelas/
-Ruiz, C. (2020). “Reflexiones pedagógicas en tiempos de pandemia”. Disponible en https://ute.org.ar/reflexiones-pedagogicas-en-tiempos-de-pandemia/
-Van Dijk, J. y Van Deursen, A. (2014). Digital Skills Unlocking the Information Society. Palgrave Macmillan Digital Education and Learning.
[1] Es Profesor Superior de Música por el Cons. Nac. Sup. López Buchardo, Licenciado en Música por la UNA y Licenciado en Educación por la UNQ. Se desempeña como docente en Esc. Primaria, Esc. de Música y en Educación Superior.