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XXIV Congreso Pedagógico 2019 

EDUCACIÓN PÚBLICA EN LUCHA
LECTURAS Y REGISTROS PARA LA CONVIVENCIA CIUDADANA

Ponente: Karina María Piacquadio[1]

Título: Lugano, sur de la ciudad. Identidad. Escuelas

 

Palabras clave: Biblioteca escolar. Identidad barrial. Interculturalidad. Solidaridad. Vínculos comunitarios.

 

 

Un pueblo en la ciudad

Cosas curiosas de mi barrio-pueblo en la ciudad, a pesar de

que la gente se muda, llega y se va, todos parecemos

conocernos. Muchos tienen una vida entera en el barrio,

generaciones han nacido en él. Los vecinos se reconocen y

saludan. Muchos se mueven a pie. Aparece un vecino mayor

asomado a la ventana. Otro joven lava el auto en la vereda. 

Las puertas no se cierran con apuro, ya que siempre hay un

comentario, una pregunta para hacer.

Nos hemos modernizado. Hacemos reuniones barriales.

Ahora tenemos un grupo de WhatsApp con la gente de mi

cuadra. Nos avisamos de todas las eventualidades, cortes

de agua, problemas con las cloacas, falta de iluminación,

reclamos barriales y tantas mas. Cuidamos la casa vacía

de alguna viejita que ya no está. Vamos perdiendo algunos

emblemas barriales. De eso también nos anoticiamos. Los

herederos venden las casas, llegan nuevos vecinos. Lo

último en hacer saltar las alarmas fue un gallo cantando a

la madrugada. Hasta alguno prometió hacer un puchero

con el pajarraco… Y más tarde encontramos al responsable…

Ahora no molesta más… Todavía sigue su cocoroco a toda hora… ¡ya nos acostumbramos!

Como bibliotecaria llevo trabajando por más de una década en la escuela más antigua del barrio, que es también el mío, con sus particularidades, rarezas y a la vez, similitudes a cualquiera. Es justamente de él, de esta escuela, de las nuevas escuelas y de los vínculos que entre ellas se entrelazan, que pretendo hablar en este trabajo.

Transitándolos, entendí que los estigmas son malos en cualquier sentido y todos somos susceptibles de sufrirlos. Los rótulos delimitan fronteras que alejan, estancan y no permiten el crecimiento. Por eso, a partir del conocimiento que posibilitan los acercamientos y vinculaciones, surge el entendimiento y la distinción de particularidades, que nos permiten apreciar la riqueza de lo diverso. A partir de ello, nos propusimos promover la búsqueda junto a nuestros chicos de experiencias de resignificación y de reconocimiento de nosotros mismos y del otro. En una tarea de reconstrucción que deje afuera los prejuicios y estereotipos, y que apueste al respeto, a la colaboración, la unión y la solidaridad.

 

Una idea de identidad

 

La formación de la identidad es una construcción social en el encuentro con los otros y es mantenida o reformada por las relaciones sociales. Los sujetos desarrollan la misma a través de sus vivencias (experiencias, sensaciones, percepciones, sentimientos, valores, fantasías, ideas o memorias) que surgen de la interacción social y con el entorno.  En ellas, el individuo toma conciencia de que sus acciones son percibidas, evaluadas y respondidas por los otros, en una acción social recíproca. A partir de la puesta en común de las individualidades –conflictiva o pacíficamente– se van negociando, discutiendo, las distintas posturas que luego permitirán alcanzar el consenso necesario para la acción. La definición de un “nosotros” implica posicionarse respecto de los “otros”, de aquellos que lo rodean y/o contraponen.

 

El territorio se constituye como un espacio donde se dan estos vínculos sociales y en relación a él surge un sentimiento de pertenencia de los actores locales. Una identidad construida, asociada al espacio de acción colectiva y de apropiación, donde surgen interacciones de solidaridad entre los participantes. A esas redes se atribuye “el principio de responsabilidad individual y colectiva con lo social y el bien común”. En el territorio, también tiene un rol importante la llegada de nuevos habitantes y los contactos culturales que se generan en ese encuentro, ya que las nuevas conexiones participan activamente en la construcción de la identidad del lugar. Cuando se fortalecen las territorialidades, estimulando nexos de identidad y cooperación basados en el interés común de proteger, valorizar y capitalizar lo que un determinado territorio tiene, se produce una reterritorialización, que sería el redescubrimiento del sentido de pertenencia al lugar y a la comunidad.

 

Para esta postura es importante realizar una ruptura de fronteras simbólicas, que las identidades no estén formadas únicamente con base en relaciones histórico-culturales, sino que las relaciones sociales, la multiculturalidad y la localidad están interconectadas, validándose mutuamente, fortaleciendo un sentido de identidad construido en la riqueza de lo diverso, a través de un enfoque territorial, donde haya una valorización colectiva y negociada de las potencialidades locales. Es un proceso dinámico de construcción, donde es necesario que se acepten sus avances, retrocesos y reconfiguraciones. Pero que permita una construcción “desde abajo”, que apele a la tolerancia y posibilite articular reivindicaciones.

 

Identidad barrial

 

Existen muchos otros barrios dentro del nuestro, la diferencia estaría dada a grandes rasgos por la tipología de su construcción, la ruptura del paisaje, visual o físicamente. Las vías del ferrocarril Belgrano Sur y la Autopista Richieri dividirían el barrio entre Lugano arriba y Lugano abajo, esta última zona incluiría en el imaginario de la gente a Villa Riachuelo como parte de la misma. Luego la irrupción de bloques de altos edificios como el barrio Gral. Savio o Lugano I y II, Copello, Nágera, Papa Francisco, entre otros; como así también las construcciones irregulares y superpuestas de Barrio 20, Barrio Inta, Ciudad Oculta.

 

Gente de todos ellos se dan cita en los centros comerciales de la zona: la calle Chilavert y Av. Riestra los convoca. A pesar de que hay otro centro cerrado cercano, la gente gusta de los paseos bajo el sol: cuando llega el verano, a cierta hora, aquellos que no salieron de vacaciones se convocan a caminar por estos centros, a tomar un helado tal vez; adolescentes sonríen, se buscan y saludan, los más pequeños lloran pidiendo algún capricho. Durante el día, la cita infaltable fueron las plazas, con adultos ejercitando, niños jugando y pelotas que se cruzan en cada paso. Cuando esta época se acabe la convocatoria será en otro lugar: la escuela que albergará a todo aquel que llegue y no hará distinción según de dónde provienen, porque en ella se encuentra una población variada que incluye representantes de cada uno de estos sub-barrios mencionados; en dónde todos son semejantes, como individuos únicos y especiales, igualados en la diversidad.

 

Contamos con una cultura local que hace referencia a las

relaciones sociales existentes en nuestros espacios

delimitados y pequeños, barriales, en los que se establecen

formas específicas de representación con códigos comunes

. La escuela no queda exenta, dentro de ella suelen

trabajarse esos lazos solidarios y de cooperación a través

de la inclusión, la empatía, el respeto y la participación de

todos.

 

Entonces surge la pregunta respecto a cómo contribuir en

la construcción de las identidades en un proyecto. ¿Cómo

lograr que los niños reconozcan una pertenencia identitaria?

¿Promoviendo una tarea solidaria? ¿Por qué no?... Una

tarea que comience en nuestra escuela pero salga hacia

otras. Hermanar en una actividad que pueda generar otros

encuentros a futuro: una escuela casi centenaria, la nuestra,

ubicada en el centro neurálgico del barrio, con otras

escuelas, las recientemente creadas en zonas menos

favorecidas. La vieja y las nuevas.

 

Carla Wainsztok, en el XXIII Congreso Pedagógico de UTE-CTERA, propuso guiarnos con nuestro GPS: “una GRAMÁTICA PEDAGÓGICA DEL SUR (GPS), la pedagogía es una gramática. Si es una gramática, es un texto, una trama de todos…“ Y siguió de manera muy bella: “A través de pedagogías orilleras, pedagogías arcillosas de alfareras de alfabetos, tramas, textos y tejidos, pedagogías no para modelar sino para crear”. Creo que precisamente se trata de eso, crear un texto en donde todos quedemos entramados en la comunidad escolar con una mirada local.

 

Una escuela centenaria

 

La nuestra es la primera escuela en el barrio, con nombre propio, “Lanari”, reconocida por todos en el barrio por estar próxima a su centenario. Un viejo documento escolar dice así: “La presencia de la escuelita determinó el nacimiento de una pequeña población a su alrededor, y muy pronto fue menester ampliar el local. El edificio de típico estilo colonial, puso una nota blanca y roja en el paisaje terroso, quebrado por desniveles, zanjones y pantanos, y señaló la iniciación del progreso, la actividad y la vida ciudadana de la zona. A pasos agigantados, siguió creciendo la población circundante, llegó la luz eléctrica, se delinearon las calles, se construyeron veredas, llegaron servicios regulares de pasajeros, se establecieron comercios de distintos ramos...”

 

La historia de la escuela es muy larga en el barrio y ha sido testigo de la transformación del mismo. Pero esta escuela que hoy goza de un prestigio y reconocimiento centenario, también salió del fango. Viejas fotos del frente y vistas aéreas muestran caminos de tierra apenas delimitados, zanjones y pastos altos rodeando a la única construcción en la cuadra. Más tarde, la calle Chilavert, un importante foco social y comercial que hoy convoca a los vecinos, nació y creció a su alrededor; ya que la población se asentó en torno a la escuela. Mucha gente del barrio, jóvenes y otros mayores, han transitado por sus aulas y recuerdan con nostalgia esas épocas.

 

En el presente, la escuela atiende a más de 700 alumnos, una gran comunidad escolar que circula sus espacios diariamente. Se encuentra actualmente en pleno centro comercial, por lo que muchos de nuestros alumnos son hijos de comerciantes de la zona, pero además otros tantos provienen de todos los puntos cardinales del barrio e inclusive de provincia, ya que se ubica a pocas cuadras de Av. Gral. Paz, por un lado y del Riachuelo por otro, en el extremo sur de la Ciudad de Buenos Aires.

 

Dos escuelas nuevas

 

El barrio posee zonas menos favorecidas; Villa 20 o Barrio 20, por ejemplo, se encuentra cercano a los centros comerciales por lo que se integra al devenir diario del mismo. Se trata también de un barrio que crece a lo ancho y alto, donde conviven personas de diversas procedencias, inmigraciones más recientes generalmente de países cercanos. Este crecimiento en particular, y el del barrio en general con nuevos complejos de edificios fue saturando las escuelas existentes, por lo que debió reclamarse a las diferentes gestiones la construcción de nuevas escuelas.

 

Luego de mucho tiempo de reclamos de la comunidad y docentes de la zona, a través de nuestras representaciones gremiales, en defensa de los derechos de nuestros niños y niñas que no estaban garantizados por la ausencia de vacantes en la zona sur y condiciones de superpoblación en muchas de nuestras escuelas, este año pudimos contar con dos escuelas nuevas: la Escuela N° 7 y la Escuela N° 11 del Distrito Escolar 21°. Ubicadas en el Polo Educativo del Barrio 20 y en el Barrio Papa Francisco respectivamente, ambas dentro de las zonas de mayor vulneración social.

 

El encuentro

 

Este hecho, que como comunidad escolar nos alegró, nos puso en la tarea de acompañar teniendo en cuenta sus posibles necesidades, a través de una campaña de donación de libros que pudieran contribuir a la conformación y acrecentamiento de la colección literaria para sus bibliotecas en incipiente crecimiento. La inquietud tomó repercusión ya que fue socializada en todo acto escolar y reunión posible. Pronto se hicieron eco las familias y los docentes a través de la entrega de títulos nuevos y usados en buenas condiciones, además de conseguir originales dedicados y autografiados por su autor. Muchos de los chicos reconocieron la importancia de compartir con otros aquello que quieren y aprecian. Por ello se comprometieron en la tarea y colaboraron con la recolección, selección, ordenamiento y preparado de las cajas. Se involucraron en el proyecto, les preocupaba que la cantidad de material fuera suficiente, que incrementara diariamente y preguntaban por ello. Se contagiaban el entusiasmo y en la medida de sus posibilidades querían participar de alguna manera.

 

Considerado el momento propicio las cajas fueron enviadas

a ambas escuelas. Pero no finalizó ahí la tarea, más bien

comenzó una comunicación que estableció un intercambio

entre los niños de ambas escuelas y permitió conocernos,

reconocer al otro como un igual con las mismas necesidades,

gustos y deseos compartidos. Todo ello fue descubierto a

través de cartas que surgieron posteriormente, ya que se

pudo entablar una comunicación que abrió un juego de

interacción y conocimiento del otro. Tuvimos espacios de

reflexión en donde contextualizamos sobre el valor del

trabajo realizado, consideramos su impacto en los chicos

de la otra escuela y en nosotros mismos, apreciando la

importancia de los logros alcanzados y del vínculo establecido.

Además, los chicos disfrutaron de encontrar coincidencias

con respecto a libros favoritos, actividades en biblioteca,

juegos y entretenimientos; estimulados por la posibilidad de

seguir creciendo en experiencias de lectura y amistad.

 

De sus intercambios de mensajes y cartas surgieron dudas, preguntas y reflexiones, infinidad de frases tan importantes que nos dejaron meditando a todos. Algunas de las frases que dijeron los chicos fueron estas: “Para nosotros fue un gusto donarles un libro…”, “Muchos chicos trajeron un libro especialmente para ustedes…”,  “Casi todos donaron…”,  “Muchos libros tenían un valor sentimental...”, “Espero que les gusten nuestros libros y los cuiden como nosotros y los lean mucho…”, “Que su biblioteca siga creciendo y la disfruten igual que nosotros…”, “Tratamos de dar nuestros libros para compartir, porque los libros no son para uno solo, son para todos…”, “Esto es como un intercambio: ustedes nos alegran el corazón y nosotros les damos lectura…” Frases que por simples son importantes, porque apelan a aquello que todo maestro apunta: hacer de nuestros alumnos individuos con valores, integrantes partícipes de una sociedad más justa e igualitaria.

Conclusiones

 

Como comunidad pedagógica es importante trabajar la identidad a través de una perspectiva multiculturalista, con una interacción entre los diversos saberes, favoreciendo la pluralidad cultural con base en redes solidarias. Interculturalidad entendida como forma de enfatizar la negociación entre las reivindicaciones de las distintas identidades reaccionando frente a la supuesta uniformización cultural. Ya que “identidad no se restringe a la cuestión: “quiénes somos nosotros” sino también en “quiénes podemos convertirnos”, de este modo su constitución, tiene que ver no solo con raíces, sino también con rutas y rumbos a seguir” (de Estudio Identidad territorial, 2014).

 

Creemos que estas acciones produjeron implicaciones prácticas en la búsqueda de la cooperación y la complementariedad de una acción colectiva, a través de un trabajo en conjunto. No sólo se donaron libros y se escribieron cartas, sino que de esta manera se entablaron vínculos. Los alumnos tuvieron la oportunidad de empatizar con los otros, pudieron ponerse en el lugar de ellos, pensarse en otras realidades y accionaron para contribuir a modificarla; mantuvieron su compromiso y descubrieron que hay mucho más allá de realidad de su escuela; expusieron sus pensamientos, conocimientos, socializaron sus sentimientos. Este proyecto pretende continuar fortaleciendo lazos entre las escuelas, a través de la generación de vínculos sociales fuertes que generen la capacidad de advertir y percibir a los otros como un igual.

 

Bibliografía

 

Flores, Murilo. “La identidad cultural del territorio como base de una estrategia de desarrollo sostenible”. Revista Opera, núm. 7, mayo, 2007, pp. 35-54. Universidad Externado de Colombia. Bogotá, Colombia. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/675/67500703.pdf

Gomez- Hadad. Territorio e identidad. Reflexiones sobre la construcción de territorialidad en los movimientos sociales latinoamericanos. Instituto de Investigaciones Gino Germani – UBA/CONICET. Recuperado de:                                                                                                          http://webiigg.sociales.uba.ar/iigg/jovenes_investigadores/4jornadasjovenes/EJES/Eje%206%20Espacio%20social%20Tiempo%20Territorio/Ponencias/HADAD_Gisela.pdf

Melucci, Alberto. “La construcción de la identidad colectiva”. Polis vol.3 no.1 México ene./jun. 2007. Recuperado de:  http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-23332007000100006

Estudio Identidad territorial. Ministerio del Interior. Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública.  Informe final-setiembre 2014. Recuperado de: https://www.mininterior.gov.ar/planificacion/pdf/Estudio-de-identidad-territorial-informe-final-septiembre-de-2014.pdf

Wainsztok, Carla. “Los géneros de las pedagogías”. En XXIII Congreso Pedagógico 2018 UTE-CTERA Educación, democracia y resistencia: luchas y soberanías pedagógicas.

Nota

[1] Profesora de Enseñanza Primaria. Bibliotecaria Escolar. Estudió Licenciatura en Bibliotecología y documentación (UNMDP).

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